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El tratado de extradición entre Honduras y Estados Unidos, un acuerdo que ha marcado la lucha contra el crimen organizado en el país centroamericano, está a solo 15 días de llegar a su fin. El Gobierno de Xiomara Castro decidió denunciar el convenio, notificando formalmente a la embajada estadounidense en Tegucigalpa el pasado 28 de agosto. Este tratado, que ha estado vigente desde 1912 pero se aplicó de manera activa a partir de 2014, ha sido fundamental para la extradición de más de 50 personas, entre ellas el expresidente Juan Orlando Hernández y el exjefe policial Juan Carlos “El Tigre” Bonilla.
La decisión de cancelar el acuerdo ha generado controversia y sorpresa, especialmente porque su conclusión oficial está programada para el 28 de febrero de 2025. El anuncio se produce en medio de tensiones diplomáticas, luego de que la embajadora de EE.UU., Laura Dogu, criticara una reunión entre autoridades hondureñas de Defensa y el sancionado ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López. Desde el Partido Libre, en el poder, algunos han defendido la medida, argumentando que el tratado, aunque útil en su momento, se había desnaturalizado al convertirse en una herramienta con tintes políticos. Ahora, Honduras se prepara para un nuevo capítulo en sus relaciones con Estados Unidos, mientras busca redefinir su estrategia en la lucha contra el crimen organizado.