El viernes pasado, un altercado violento sacudió la 10.ª Conferencia Internacional de Tokio sobre Desarrollo (TICAD) cuando un delegado del Frente Polisario, grupo separatista saharaui apoyado por Argelia, se hizo pasar por argelino y colocó una placa en su mesa identificándose como representante de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Esta acción provocó la furia de un funcionario marroquí, que intentó retirar el distintivo, lo que llevó a una pelea con un representante argelino que intervino para defender al delegado del Polisario.
Los organizadores japoneses intervinieron de inmediato, subrayando que la delegación del Polisario no había sido invitada oficialmente a la TICAD y que Tokio no reconocía al grupo separatista. El incidente subraya las tensiones persistentes en torno al conflicto del Sáhara Occidental, una disputa que ha sido objeto de fricción en diversos foros internacionales desde la retirada del protectorado español en 1975.