Este pasado jueves, la Corte Suprema de Justicia de Venezuela ratificó los resultados de las elecciones presidenciales que se celebraron el pasado 28 de julio, reconfirmando así a Nicolás Maduro como ganador de dicho proceso. La decisión se emitió en un momento en que la controversia relacionada con este tema crecía con mayor fuerza y las fuerzas de oposición habían sido encabezadas por María Corina Machado cuestionando la validez de esos resultados.
Luego de revisar el recurso presentado por Maduro, la Sala Electoral del TSJ pasó a un análisis exhaustivo del proceso electoral. El 29 de julio, durante las primeras horas del amanecer, Elvis Amoroso, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), proclamó que con el 80% de las actas escrutadas, la victoria de Maduro era “irreversible”. Esto aumentó aún más la crisis política en Venezuela.
Sin embargo, la oposición de Edmundo González Urrutia impugnó los resultados tras afirmar que según sus datos González Urrutia debería ganar como candidato de la Plataforma Unitaria. La falta de publicación detallada de los resultados por mesa y la posterior difusión de actas por parte de la oposición, que sugerían una amplia ventaja para González Urrutia, intensificaron las dudas sobre la legitimidad del proceso. El oficialismo ha calificado estas actas de falsificaciones, y el TSJ ha validado los documentos proporcionados por el CNE.