El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, consideró que «el tema de los baños» para personas trans «ha destrozado» Estados Unidos, después de una campaña en la que se esforzó en diferenciarse de la defensa que la vicepresidenta Kamala Harris hacía de este colectivo.
«No quiero entrar en el tema de los baños (trans). Porque estamos hablando de un número muy pequeño de personas y esto ha destrozado nuestro país. Así que se tendrá que resolver con lo que la ley acuerde», dijo Trump en una entrevista con la revista TIME publicada hoy, tras ser elegido como Persona del Año 2024.
Durante la campaña, el republicano invirtió en anuncios televisivos donde criticaba que Harris supuestamente financiaba cirugías de afirmación de género con impuestos públicos y que, a su juicio, estos fondos debían ir a parar a la deportación de migrantes detenidos.
«Kamala está con ellos/ellas. El presidente Trump está con ustedes», decía el anuncio.
En TIME trataron de profundizar sin éxito en la posición de Trump sobre qué baños deben usar los integrantes de la comunidad trans en Estados Unidos.
«En 2016, usted dijo que las personas transgénero podían usar el baño que quisieran ¿Todavía piensa así?», le preguntaron, mientras que el futuro presidente de EE.UU. esquivaba la cuestión contestando: «¿Cuándo fue eso?».
En un tono más dialogante de lo habitual, Trump indicó en la entrevista que coincidía con Sarah McBride (Partido Demócrata), primera persona trans en llegar al Congreso, en que la esfera política debe centrarse en otra cosas «más importantes».
Aunque no quiso concretar si abolirá o no el Título IX -una ley federal que garantiza a estudiantes de ambos sexos los mismos derechos- para alumnos transexuales: «Voy a analizarlo profundamente», zanjó.
En EE.UU. había alrededor de 300.000 personas transgénero de entre 13 y 17 años en 2022 (1,76 % del total), según una investigación del Instituto Williams (Universidad de California, UCLA).
La representante republicana de Carolina del Sur, Nancy Mace, presentó en noviembre una resolución que modificaría las reglas de la Cámara de Representantes para prohibir que las mujeres transgénero usen los baños de mujeres en el Capitolio.
La polémica sobre los derechos de los trans no solo se redujo al uso de los baños, sino también a la posibilidad de que los trans pudieran participar en equipos deportivos femeninos, algo que generaba un profundo rechazo en las filas republicanas y que se convirtió en un tema frecuente en los mítines de Trump como candidato.