
Un terremoto de magnitud 7.2 sacudió el norte de Oceanía, específicamente la región de Nueva Bretaña, en Papúa Nueva Guinea, cerca de Australia, causando alarma en toda la región. El movimiento sísmico, detectado por el Centro Sismológico Europeo-Mediterráneo, ocurrió a una profundidad de 49 kilómetros a las 17:05 hora de Argentina. Aunque la intensidad del temblor fue alta, aún se desconocen los daños causados y la situación de los habitantes del área afectada.
El terremoto activó una alerta de tsunami que afecta a todos los países cercanos, incluidos Indonesia, Filipinas, Australia, Nueva Zelanda y las islas americanas del Pacífico. Este evento sísmico es el segundo de gran magnitud en la zona, después del devastador terremoto en el Sudeste Asiático, que dejó miles de muertos en Myanmar, Tailandia y China.