
Guatemala.
El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, fue claro en calificar como una dictadura “pura y dura” al Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua, y en rechazar la política del régimen de “represión sistemática” contra la población crítica u opositora.
“Lo que hemos visto en el caso nicaragüense es la represión sistemática; la violación de los derechos humanos de la población que está reclamando un proceso electoral; la eliminación de instituciones, simplemente, por designio de la Presidencia; es decir, estamos viendo la construcción de una dictadura pura y dura”, dijo Arévalo.
El presidente electo además aclaró que en “el marco de un sistema internacional, en donde es necesario que los Estados, a pesar de esas distinciones, colaboren razonablemente”, trabajará en conjunto con el Gobierno de Ortega.
En otros temas, Arévalo también se refirió también a la postulación de reelección del presidente salvadoreño, Nayib Bukele.
“Es algo que claramente cuestiona los principios democráticos, pero tendremos que observar si esto efectivamente se convierte en una deriva autoritaria completa”.
El funcionario enfatizó en que no tiene “ningún problema en denunciar a los Gobiernos que están siguiendo derivas autoritarias”, refiriéndose a mandatarios de la región centroamericana. Confidencial