Los países árabes exigieron este sábado desde Jordania la formación de un gobierno de transición integral en Siria y un diálogo entre los componentes políticos y sociales de este país, bajo auspicios de Naciones Unidas y la Liga Árabe, como preludio para redactar una nueva Constitución y celebrar elecciones “libres”.
Los ministros de Exteriores de ocho países árabes, reunidos en la ciudad jordana de Aqaba, expresaron el “apoyo” árabe a un proceso de “transición pacífico e integral, en el que estén representadas todas las fuerzas políticas y sociales (de Siria), incluidas las mujeres, los jóvenes y la sociedad civil, con justicia, patrocinado por las Naciones Unidas y la Liga Árabe”.
Esto “incluye la formación de un órgano de gobierno de transición integral con el consenso sirio (…) pasar de la fase de transición a un nuevo sistema político que satisfaga las aspiraciones del pueblo sirio con todos sus componentes”, dijo el comunicado final de la reunión.
El fruto esperado de esos pasos, que “deben realizarse de conformidad con la resolución 2254 de la ONU” deben ser unas “elecciones libres y justas (…) basadas en una nueva constitución aprobada por los sirios, y dentro de plazos específicos de conformidad con los mecanismos adoptados por esa decisión”, apuntó.
La resolución 2254, de 2015, insta a un proceso político dirigido por el pueblo sirio y auspiciado por la ONU para salir de la crisis que ya entonces vivía el país árabe, así como a la formación de un gobierno creíble y legítimo, y un calendario y un proceso para redactar una nueva Constitución.
La reunión de Aqaba, a la que asistieron los ministros de Exteriores de Jordania, Arabia Saudí, Irak, el Líbano, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Baréin, además del secretario general de la Liga Árabe, pidió también “el fin inmediato de todas las operaciones militares en Siria”, y el “respeto a su unidad y estabilidad”.
En este contexto, los ministros denunciaron como “ocupación flagrante” y “violación del acuerdo de separación”, de 1974, la presencia militar israelí en la zona desmilitarizada entre Siria e Israel, en tanto condenaron los ataques aéreos del Estado judío en Siria e instaron a que el Consejo de seguridad de la ONU “tome medidas necesarias para detener esas violaciones”.
Según el observatorio sirio de Derechos Humanos, la aviación israelí realizó más de 420 ataques en 13 provincias sirias para destruir armamento y bases militares del Ejército sirio desde el derrocamiento del régimen de Bachar al Asad por una coalición insurgente el pasado domingo.
“La seguridad y la estabilidad de Siria son un pilar de la seguridad y la estabilidad en la región, y apoyaremos a su pueblo hermano en el proceso de reconstrucción como un Estado árabe unificado, independiente, estable y seguro para todos sus ciudadanos”, subrayó la nota.
Aseveró que en Siria “no debe haber lugar para el terrorismo o el extremismo, y o violación de su soberanía o agresión contra su integridad territorial por ninguna de las partes”.
Por otra parte, la dirección política de la autoproclamada Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES, en inglés) reiteró su llamamiento a un alto el fuego general con los insurgentes que derrocaron al régimen de Bachar al Asad y pidió trabajar por un futuro “democrático unificado” para el país.
“La Presidencia del Consejo Democrático Sirio celebró una reunión de emergencia para examinar los acontecimientos actuales y destacó la importancia de lograr un alto el fuego general como paso básico hacia una solución política integral”, anunció en un comunicado ese órgano, la rama política de la alianza armada liderada por kurdos Fuerzas de Siria Democrática (FSD).
La AANES, enemiga de Ankara, controla amplias zonas del noreste del país árabe y se ha estado enfrentando a milicias proturcas que atacaron sus territorios en paralelo a la ofensiva insurgente para derrocar a Al Asad, al que también se oponían pese a haber colaborado con él en situaciones de emergencia.
“En la reunión se destacó la necesidad de fortalecer la unidad nacional, proteger los logros en el norte y este de Siria, y organizar reuniones nacionales en preparación para la celebración de una conferencia integral que (…) establezca una hoja de ruta para un futuro democrático unificado”, agrega la nota.
Los kurdosirios buscan que su administración autónoma conviva con el nuevo Gobierno interino formado por los insurgentes tras la caída del antiguo régimen, que había estado en el poder durante alrededor de medio siglo y que fue derrocado el pasado domingo tras una rápida ofensiva por parte de grupos islamistas y proturcos.
Se espera que el Gobierno interino tome las riendas de Siria de forma temporal hasta que se establezca una solución gubernamental definitiva para la nueva era.