El Gobierno de Italia aprobó un decreto-ley que agrava las penas para quienes agredan a personal sanitario, con el objetivo de combatir la creciente violencia en hospitales. A partir de ahora, los agresores podrían enfrentarse a penas de hasta cinco años de cárcel y multas de hasta 10.000 euros por daños a la infraestructura sanitaria. El ministro de Justicia, Carlo Nordio, enfatizó que esta medida busca disuadir a quienes atacan a médicos y enfermeros, tras el alarmante aumento de incidentes violentos en los últimos meses.
Además, se implementará un sistema de cámaras de vigilancia en los centros de salud, lo que permitirá identificar y arrestar a los agresores incluso hasta 48 horas después del delito. Nordio calificó como intolerable que el personal médico, que trabaja con dedicación en condiciones difíciles, sea víctima de agresiones y que los hospitales se vean afectados por la violencia. Con estas nuevas medidas, el Gobierno de Giorgia Meloni busca garantizar la seguridad en el ámbito sanitario y proteger a quienes salvan vidas diariamente.