Un devastador incendio en Pacific Palisades ha destruido la mansión de Hunter Biden, hijo del presidente de EE. UU., Joe Biden, en Malibú, California. La propiedad, un lujoso apartamento de alquiler de 4 millones de dólares, ya no existe, consumida por las llamas que han arrasado más de 1.000 casas en Los Ángeles. Lo que una vez fue un refugio pintoresco de los años 50, con vistas panorámicas al Pacífico y una cocina gourmet, ahora se reduce a escombros, con solo dos chimeneas solitarias como recuerdo de su esplendor.
El incendio también ha acabado con el estudio de invitados de Hunter, donde solía pintar para financiar su estilo de vida. Las obras de arte, junto con todos los lujos que adornaban la mansión, han desaparecido en el fuego. Este trágico suceso resalta el alcance destructivo del incendio, que ha dejado una huella irreversible en una de las propiedades más emblemáticas de la zona, según reportes del Daily Mail.