En la víspera del partido entre el Maccabi Tel Aviv y el Ajax en Ámsterdam, los hinchas del club israelí protagonizaron varios incidentes violentos en la ciudad. Según medios locales, los disturbios comenzaron cuando los seguidores del Maccabi atacaron a un taxista y arrancaron una bandera palestina de un edificio. Además, se registraron cánticos en apoyo a los ataques militares en Gaza y expresiones de odio hacia los árabes.
Los enfrentamientos se intensificaron con la intervención de la policía para evitar confrontaciones entre los hinchas y manifestantes a favor de Palestina. La alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, condenó los hechos, calificándolos como un crimen, y subrayó que no había justificación para la violencia. En total, 62 personas fueron arrestadas, incluidas dos menores, y cinco resultaron heridas.