Este viernes, aproximadamente 6.400 residentes de Colonia, Alemania, fueron evacuados para permitir que los artificieros desactiven una bomba estadounidense de una tonelada, descubierta durante obras en un hospital. La operación, considerada la más compleja desde 1945, implicó la evacuación obligatoria de los vecinos en un radio de 500 metros alrededor del artefacto, así como el traslado de pacientes de tres clínicas cercanas, incluidos de 50 a 70 en cuidados intensivos.
El Ayuntamiento de Colonia había preparado previamente un plan de evacuación, habilitando un pabellón de acogida y movilizando más de 1.200 efectivos, entre policías y bomberos, para garantizar la seguridad durante el proceso. La desactivación de la bomba se programó para realizarse durante el día, tras meses de preparación ante la posibilidad de encontrar explosivos en la zona.