El Comité de Instrucción de Rusia (CIR) informó hoy de que ha encontrado las cajas negras del avión privado Embraer del jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, que se estrelló el miércoles en el centro del país.
“La investigación ha recuperado las cajas negras. Continúa el estudio pormenorizado del lugar del siniestro”, informó el CIR a las agencias locales.
Añadió que también se están recuperando diferentes objetos y documentos que son fundamentales “para esclarecer las circunstancias de la catástrofe aérea”.
La prensa local había especulado con que alguien había robado las cajas negras con el fin de impedir que se aclarara si se trató de un asesinato, como considera unánimemente la prensa independiente rusa.
Mientras, fuentes oficiales estadounidenses informaron al rotativo Wall Street Journal de que la catástrofe fue, en realidad, un asesinato, pero no con un misil tierra-aire -algo que también ha descartado el Pentágono-, sino un sabotaje con una bomba colocada en la aeronave.
Putin rompió ayer su silencio sobre el siniestro del avión de Prigozhin, al que dijo conocer desde hacía 30 años y cuya figura alabó, y destacó que los exámenes técnicos y genéticos que realizarán los especialistas requerirán “algún tiempo”.
El líder ruso le acusó de traición cuando el jefe de Wagner se sublevó hace dos meses y llegó con sus tropas a unos 200 kilómetros de Moscú, pero después lo recibió en el Kremlin y acordó que trasladaría a sus mercenarios a Bielorrusia.
Al respecto, el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko aseguró hoy que para las autoridades rusas “no tenía ningún sentido” liquidar a Prigozhin y también descartó la implicación del jefe del Kremlin.
“Para un jefe de Estado, eso es una locura. Y él no es un loco”, aseveró y tachó de “inadmisible” si se confirma que fue un asesinato.