El papa Francisco mantuvo hoy una conversación telefónica con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, en la que se destacó la urgencia de proveer asistencia humanitaria y de alcanzar la paz en Oriente Medio.
En la llamada se abordaron los «últimos acontecimientos en Palestina, incluidos Gaza, Cisjordania y Jerusalén» y el pontífice también expresó su tristeza por las víctimas civiles, según informó la agencia de noticias palestina Wafa.
Por su parte, el líder palestino agradeció los esfuerzos de Francisco por la consolidación de la paz en la región y señaló la importancia de que el Vaticano continúe reclamando un alto al fuego.
En la llamada, que ocurrió en la tarde del jueves, Abás enfatizó la importancia de implementar «una solución política basada en la legitimidad internacional para lograr la libertad, la independencia y la soberanía del pueblo palestino», según la misma fuente.
Abás también subrayó el imperativo de poner fin al terrorismo contra el pueblo palestino en Cisjordania y Jerusalén Oriental, y reiteró su firme rechazo al desplazamiento forzado de palestinos.
En noviembre de 2021, Francisco recibió en el Vaticano a Abás durante un encuentro en el que el papa expresó la «necesidad absoluta de reactivar el diálogo directo para alcanzar una solución de dos Estados, también con la ayuda de un compromiso más vigoroso por parte de la comunidad internacional».
«Se reafirmó que Jerusalén debe ser reconocida por todos como un lugar de encuentro y no de conflicto, y que su estatus debe tutelar la identidad universal y el valor de Ciudad Santa para las tres religiones abrahámicas, también a través de un estatuto especial garantizado internacionalmente», señaló una nota de la Santa Sede.
El Vaticano reconoció oficialmente el estado palestino en 2015 y en 2017 la Autoridad Nacional Palestina abrió su embajada ante la Santa Sede.
La semana pasada, Francisco mantuvo una conversación telefónica con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en la que expresó la posición de la Santa Sede sobre la situación en Tierra Santa, «esperando que se pueda lograr una solución de dos Estados y un estatuto especial para la ciudad de Jerusalén», informó entonces el Vaticano.