El papa Francisco volvió a salir de su residencia en la Casa Santa Marta, donde se recupera de una fuerte infección respiratoria, y este sábado sorprendió al llegar en silla de ruedas a la basílica romana de Santa María la Mayor. Acompañado de cánulas nasales para oxígeno y vestido con el hábito papal blanco, el pontífice de 88 años se detuvo a rezar ante el icono de la Virgen Salus Populi Romani, al que profesa una especial devoción. Según informó el Vaticano en un breve comunicado, la visita tuvo lugar en vísperas del Domingo de Ramos y del inicio de la Semana Santa.
Esta aparición se suma a otras recientes salidas no programadas del Santo Padre, lo que sugiere una mejoría en su estado de salud, pese a que los médicos habían recomendado al menos dos meses de reposo. En días anteriores, también se le vio en la basílica de San Pedro y recibió inesperadamente a los reyes británicos Carlos III y Camila, a pesar de la cancelación de la audiencia oficial. La presencia del papa en estos actos ha generado esperanza entre los fieles, quienes lo han recibido con muestras de cariño, como se escuchó este sábado cuando alguien gritó: “¡Viva México!” durante su visita.