
Texas, Estados Unidos.
En tan solo ocho días han muerto nueve personas en Texas debido a una ola de calor que ha alcanzado los 115 grados, pese a ello el gobernador texano, Greg Abbott, firmó una nueva ley que elimina las reglas locales que obligan a los trabajadores de la construcción, en su mayoría inmigrantes, tomar descansos para beber agua.
Muchos trabajadores inmigrantes han revelado a medios nacionales que han tenido que atreverse a “convencer” a sus superiores para que se les permita beber agua cada hora debido al calor extremo, pero señalan que temen que la última acción del gobernador de Texas abra una puerta a abusos potencialmente mortales para los inmigrantes dentro del estado.
Muchos aseguraron que mientras ellos sufren largas horas laborales bajo el calor extremo, un portavoz de Abbott señaló a través de un comunicado que “garantizar la seguridad de los texanos es su principal prioridad, pues el estado experimenta mucho calor este verano“.
Y agregaron que “este proyecto de ley mantiene los estándares de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) para mantener a los trabajadores seguros y no impedirá que las personas tomen descansos para tomar agua”.
Sin embargo, la ley que firmó Greg Abbott va más allá de anular los requisitos en Austin y Dallas de eliminar los descansos para beber agua, también elimina el poder de las ciudades y pueblos para aprobar o hacer cumplir ordenanzas que involucran nueve áreas de la ley de Texas que incluye: Negocios y Comercio, ocupaciones, propiedad, seguro y agricultura.