
El Tribunal Supremo Federal de Brasil decidió por unanimidad iniciar un proceso penal contra el expresidente Jair Bolsonaro y otros siete acusados, entre ellos militares y exministros, por presuntamente planificar un golpe de Estado para anular los resultados de las elecciones de 2022, en las que Luiz Inácio Lula da Silva resultó vencedor. Los magistrados consideraron que existen «indicios razonables» de que Bolsonaro lideró una conspiración que incluyó pedidos de intervención militar y que culminó en los violentos ataques del 8 de enero de 2023 contra las sedes de los tres poderes del Estado.
El juez Alexandre de Moraes, relator del caso, afirmó que hubo un «intento de golpe de Estado violentísimo» que no se concretó debido a la resistencia de los altos mandos militares. Por su parte, Bolsonaro calificó las acusaciones de «infundadas» y acusó a los magistrados de tener un sesgo en su contra. El expresidente enfrenta cargos por abolición violenta del Estado democrático, organización criminal y otros delitos que podrían llevarlo a prisión. La decisión judicial marca un nuevo capítulo en la polarización política que vive Brasil desde las elecciones de 2022.