
Los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza durante la noche dejaron al menos cuatro altos cargos del Gobierno de Hamás muertos, entre ellos Essam al Dalis, jefe del Ejecutivo en Gaza, a quien Israel ya había dado por muerto en noviembre de 2023. También fallecieron Ahmed al Hatta, viceministro de Justicia; Mahmud Abu Wafta, viceministro de Interior; y Bahjat Abu Sultan, director general de Seguridad Interna. Un quinto fallecido, Mohammed Al Jamasi, miembro del Buró Político de Hamás, perdió la vida, aunque no ocupaba un cargo gubernamental. Hamás denunció que estos líderes fueron «blanco directo de los ataques aéreos israelíes junto con sus familias», calificando los hechos como «crímenes de guerra».
El Ministerio del Interior de Gaza destacó el papel de los fallecidos en la resistencia contra Israel, afirmando que «dieron un gran ejemplo de servicio honorable» y que su muerte fortalecerá la firmeza del pueblo palestino. Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, justificó los ataques como una respuesta a la negativa de Hamás de liberar a los 59 rehenes que aún mantiene cautivos, deteniendo así cualquier avance hacia un acuerdo de alto el fuego. La ofensiva ha dejado más de 400 muertos y 560 heridos en Gaza, con especial intensidad en la zona sur de Jan Yunis, agravando aún más la crisis humanitaria en el enclave palestino.