Un terremoto de magnitud 7.7 ha sacudido este viernes el centro-norte de Birmania (Myanmar), dejando al menos 200 muertos y más de 700 heridos, según informes oficiales. El temblor, registrado a las 12:50 hora local a 10 kilómetros de profundidad y con epicentro cerca de Mandalay, también afectó a la vecina Tailandia, donde se reportaron al menos diez muertos y más de 100 desaparecidos tras el colapso de varios edificios en construcción. Las autoridades birmanas, que han declarado el estado de emergencia en varias regiones, hicieron una inusual petición de ayuda internacional tras el desastre.
El jefe de la junta militar de Birmania, Min Aung Hlaing, advirtió que el número de víctimas podría aumentar, mientras que los equipos de rescate luchan por acceder a las zonas afectadas debido a los daños en la infraestructura y las telecomunicaciones. El terremoto también causó estragos en la región de Yunnan, en el sur de China, aunque con daños menores. La magnitud y la baja profundidad del sismo lo convierten en uno de los más graves en la región en los últimos 75 años, exacerbando la ya complicada situación en Birmania, que atraviesa una grave crisis política y económica.
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