
Venezuela.
Miles de venezolanos residente de Maracaibo, una de las principales ciudades del país, se encuentran con una penosa tarea cotidiana: tratar de adivinar a qué hora les suspenderán el servicio eléctrico. Muchos ya se acostumbraron a que la empresa estatal Corpoelec quite “la luz” en algún momento del día como parte de un esquema extraoficial de racionamiento.
Y aseguran que sus finanzas “entran en pérdida” porque sus equipos electrodomésticos se han averiado por las muchas interrupciones o fluctuaciones eléctricas.
Y es que en Maracaibo y una docena de municipios del estado Zulia, en el occidente de Venezuela, padecen de apagones frecuentes desde 2009, pese a que, en 2010, el expresidente Hugo Chávez decretó una emergencia para solventar la crisis eléctrica, aún vigente. Aun así, programadas o no, las fallas se reportan en al menos 13 de las 23 regiones de Venezuela.
Solo el sábado, una falla eléctrica de 10 horas en el aeropuerto Simón Bolívar de Caracas provocó graves retrasos en múltiples vuelos. Las plantas generadoras de respaldo para las terminales nacional e internacional nunca se activaron, según medios internacionales.
Pero especialistas del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología de Venezuela (INAMEH) han dicho que las interrupciones del servicio se deben a una ola de calor, que se mantendrá hasta junio, con la llegada de las lluvias.
No obstante, los cortes también ocurren meses luego de que el gobierno venezolano lanzara en Zulia un programa de actualización de datos de usuarios para retomar el cobro del servicio, que se dejó de pagar hace años justamente por los muchos apagones.