El titular de este editorial pudiera parecer el de un merengue de Ángel Viloria de los años 50, pero solo es el parecido y nada más. Tratamos de establecer un parangón entre los discursos de nuestra Presidente Xiomara Castro y el Rey de España, Don Felipe VI, ambos pronunciados con motivo de las fiestas de Navidad. Doña Xiomara Castro le deseó a los hondureños una feliz navidad y prosperidad en el año nuevo, gracias a que su gobierno ha reducido los niveles de pobreza, según lo que ella cree, pero que no corresponde a la realidad. La Presidente Castro insiste en su deseo de instalar la CICIH, después de haber firmado una extensión del acuerdo con la ONU, que está visto que es una engañifa de la ONU, solo para ayudarle a Xiomara Castro a que siga encubriendo su falta de cumplimiento a la que fue su principal promesa de campaña.
En el discurso del Rey Felipe VI de España, escuchamos una sentencia formidable, histórica, que sin duda tiene vigencia y repercusión mundial. Dijo el Rey de España que «nada que este fuera de la Constitución tiene que ver con la democracia, con la paz y la tranquilidad de su nación». Semejante expresión, trasladada desde España a nuestro país, es un azote para los políticos gobernantes que han venido pisoteando nuestra Constitución, obviamente teledirigidos desde la máxima dirigencia de LIBRE, donde no hay nadie que sea respetuoso de la Constitución. El Rey de España, formado desde su infancia para defender la unidad de su país, enfrenta un momento delicado, cuando los socialistas y los catalanes pactaron, en base a la reelección de Pedro Sánchez, la posibilidad de reconocer la independencia de Cataluña, lo cual resquebrajaría a España.
Sin embargo, el Rey Felipe VI hace hasta lo imposible, desde su alta investidura, para que todos los españoles se apeguen a la Constitución, para evitar la fractura de la nación española, dentro del esquema democrático, en el que los socialistas no se sienten tan cómodos, mientras los separatistas quisieran andar por su lado, como otro país diferente. El mensaje del Rey, aplicado en Honduras, es un aldabonazo al Gobierno de LIBRE, que anda desjuiciado desde un principio por imponer un modelo antidemocrático que no permite la reconciliación entre los hondureños, en donde la inmensa mayoría es partidaria del sistema democrático que garantiza la alternancia en el ejercicio del poder.
El alejamiento del gobierno de doña Xiomara Castro de la Iglesia Católica, no es un buen signo para el fortalecimiento de la democracia; resulta una insolencia soberbia el hecho de responder a través del canciller Enrique Reina, de una manera enfurecida, un sermón del arzobispo de SPS, monseñor Michael Lenihan, haciendo un reclamo normal a la Presidente, para que no ponga oídos sordos a los reclamos del pueblo hondureño; y la insolencia soberbia es el rasgo por donde asoma la cabeza del iceberg de una dictadura. El arzobispo Lenihan es un pastor de la Iglesia Católica y como tal tiene el deber de recoger el clamor de los feligreses para hacérselo saber a los gobernantes, que lejos de molestarse y enfurecerse, deberían recoger el reclamo para ofrecer las respuestas a los parroquianos entre los cuales habrá muchos que por haber votado por dona Xiomara hoy estarán más que desencantados.
Un sacerdote es un pastor que atiende a los feligreses. Esto nos lleva a entender al arzobispo de Tegucigalpa que la semana pasada, suponemos que a un llamado que le hiciera la familia gobernante, correspondió con una visita cordial para ofrecerle a la familia Zelaya Castro las oraciones con las que un alto prelado católico acostumbra a manifestarles los buenos deseos cristianos a los gobernantes, para que no se desboquen en sus actuaciones, para que respeten y no violen la Constitución de la República, que es fundamental para vivir en democracia.
Como pensamos que el arzobispo de Tegucigalpa aprovecho su visita a la familia Zelaya para recordarles que el principio de todo buen católico es no engañar a los demás, y en el caso de los gobernantes incluye no mentirles a los electores, esperamos que el sermón que en forma privada ofreció el arzobispo de Tegucigalpa a la Presidente Xiomara Castro y su familia, sirva para que el Gobierno de LIBRE enderece su ruta, para no seguir cometiendo los entuertos que hoy tienen a los hondureños en una época de gran incertidumbre, producto de la inseguridad jurídica que caracteriza las actuaciones del Gobierno y del Congreso Nacional.
En realidad no existe la posibilidad de establecer un parangón entre la Presidente Xiomara Castro y el Rey Felipe VI de España, porque mientras en Honduras el desconocimiento de la ley se pone de manifiesto en las constantes violaciones a la Constitución de la Republica cometidas por el Gobierno y el Congreso Nacional, en España el Rey Felipe VI se esmera por convencer a separatistas y socialistas que «nada fuera de la Constitución tiene que ver con la democracia, la paz y la tranquilidad del país». Un recordatorio riguroso que es aplicable a Honduras, donde el Gobierno y el Congreso Nacional son los principales violadores de la Constitución.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 26 de diciembre de 2023.