Para los que viajamos de vez en cuando, ausentarnos del país unos pocos días es como un siglo de ausencia, nada más que esta vez en que permanecimos apenas dos semanas fuera del suelo patrio, al regresar nos encontramos con las mismas situaciones contrastantes, hasta en materia climática, porque la mejoría que se había tenido con la espesa humareda que nos ha venido asfixiando por casi un mes, dio un viraje de regreso para empeorar las condiciones, de manera que si hace treinta días los ojos se nos llenaban de lágrimas por el ardor que produce la brea de los pinos, consumidos por el fuego, este lunes andar al aire libre es buscarnos un serio problema con nuestro aparato respiratorio.
Hemos vuelto dos semanas después, a seguir escuchando las mentiras del gerente de la ENEE, un funcionario que es el prototipo de la incompetencia personificada, y cuyo mejor trabajo es dedicarse a escribir mensajes en las redes, intentando justificar su incapacidad. Lo más sobresaliente de Erick Tejeda es escribir mensajes propagandísticos elogiando al Gobierno de la Presidente Xiomara Castro, y por supuesto a mentirle a los hondureños sobre la supuesta capacidad de la institución más importante del país como es la ENEE, para atender la demanda de la energía eléctrica.
Volver a Honduras dos semanas después de una breve ausencia, es para encontrarnos con las quejas del diputado Jorge Cálix, porque la Unidad de Política Limpia no le quiere otorgar la autorización a su movimiento para abrir una cuenta de banco, que le permita recibir donaciones de sus amigos, para capitalizarse y tener como desarrollar las actividades políticas. Es obvio que la mencionada Unidad, lejos de procurar una política limpia, termina empuercándola, actuando como un organismo al servicio del Partido LIBRE, por lo que debería llamarse UNIDAD DE POLÍTICA SUCIA.
Volver a Honduras dos semanas después, es para encontrarnos con la noticia de la desaparición de 144 kilos de cocaína de un depósito del Tercer Batallón de Infantería en Naco, Cortes, droga que fue incautada hace cinco años y almacenada en la mencionada unidad militar, constituyendo un nuevo escándalo que salpica a las Fuerzas Armadas pero que, de repente como es la costumbre del actual gobierno, se le echara la culpa al gobierno de la «narcodictadura». Este hecho no debe quedar sepultado en la indiferencia, porque sus repercusiones alcanzan al Gobierno de la Presidente Xiomara Castro, a través de su ministro de Defensa, que es parte de la gran cuota de poder de la familia gobernante.
Volver a Honduras dos semanas después, es encontrarnos con otra noticia alarmante que golpea la economía, la posible pérdida de miles de empleos por el proyecto tributario en que se ha empecinado LIBRE, de aumentar las cargas a los productores de melón, camarón y ocra. El Gobierno de LIBRE tiene bien definido su objetivo de estrangular la economía, porque poner de espaldas contra el paredón a productores de importantes rubros de la agroindustria es darle el tiro de gracia a las pocas fuentes de empleo que se han estado sosteniendo con la esperanza de que en algún momento el gobierno recapacite y en lugar de destruir las fuentes de trabajo, se decida a hacer lo que procede en momentos de crisis nacional, que es promover la inversión y garantizar la estabilidad de los rubros que no desmayan en su quehacer productivo.
Volver a Honduras dos semanas después, y enterarnos del desaguisado oficial de intervenir la generadora privada de energía en la isla de Guanaja, dejándola sumida en un caos absoluto ante la sorpresa de los guanajeños, es volver a la realidad hondureña, comprobar que el Gobierno de LIBRE está apartado de la línea constructiva de incentivar la inversión para procurar el desarrollo de todos los sectores.
Volver a Honduras dos semanas después y encontrar al país más dividido y más confrontado que nunca, es reencontrarnos con la triste realidad de la radicalización con la lucha de clases que se instaló en el país desde el 2008 durante el gobierno que presidio Mel Zelaya, y que ahora es bandera de lucha de la candidata oficial de LIBRE, Rixi Moncada.
Regresar del ámbito académico de Boston, donde todo es educación, amabilidad y cortesía, y de paso enfrentar un clima curtido de turbulencia atmosférica que dificultó el aterrizaje del avión, es despertar de unas cortas vacaciones y abrir los ojos, para comprobar que estábamos de nuevo en nuestra querida Honduras, sumida en un clima oscuro en todo sentido, peligroso para la salud de la población y con el agravante que esta oscuridad también amenaza la libertad de expresión. Pero al final de todo, ¡estamos de vuelta en Honduras!
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy lunes 20 de mayo de 2024.