VIGOR EMPRESARIAL CENTENARIO

Una empresa solo esta determinada a existir largo del tiempo por la tenacidad y la visión de las personas que la emprenden como una aspiración personal y familiar. Hay empresas que mueren al nacer, hay otras que subsisten por cierto tiempo, otras no logran alcanzar la mayoría de edad y las hay que no llegan a obtener la carta de ciudadanía porque los emprendedores, aunque hayan apostado todos los recursos que tenían, más experiencias y esfuerzos, no lograron vencer las adversidades que se les presentaron en el camino y al final los propietarios se rindieron, se doblegaron y tiraron la toalla. En todos los casos mencionados no hay ningún motivo para achacarle la culpa a los empresarios, porque si revisamos cada caso, todo emprendedor que inicio una empresa y no pudo mantenerla en forma indefinida, fue porque las circunstancias creadas por aquellos factores que llegan a ejercer al gobierno, se interpusieron en el camino de los emprendedores para hacerlos fracasar.

Porque, aunque parezca algo incomprensible, son los gobiernos y ciertas autoridades las que en lugar de contribuir a que las empresas se fortalezcan, hacen lo posible porque los empresarios fracasen, sea por envidia, por celos políticos o por la perturbada conducta de parecer más rigurosos que lo que las mismas leyes establecen, para torpedear a los empresarios, cuyo fin es generar riqueza que comienza con la generación de puestos de trabajo.

Así que, ver a una empresa que celebra sus cien años de fundación, operando de manera ininterrumpida, debería ser motivo de una celebración nacional, porque no es algo sencillo que un núcleo empresarial logre sobrevivir todos los valladares que surgen en un país lleno de irracionalidad política como es Honduras, para traspasar los umbrales más inimaginables y arribar al siglo de existencia. Porque, cumplir un siglo es una verdadera proeza heroica, en la que las generaciones que han estado al frente de la empresa han vencido un millón de vicisitudes para seguir adelante cada ano. Solo el hecho de sobreponerse a cada obstáculo que les han de haber puesto los distintos gobiernos, hace merecedores a los propietarios de toda empresa centenaria a que se les erija una estatua por ser verdaderos héroes, que han vivido para hacer de Honduras un mejor país cada día.

Esta semana, la conocida empresa Corporación Flores, fundada como Valentín Flores y Cía., arriba a sus cien años de existencia, aniversario especial que han celebrado con mucha pompa con sus clientes y amigos en un ambiente pleno de alegría y felicidad. El negocio de venta de autos en Honduras hace cien años no era nada parecido a lo que es hoy en día. Hay otras prestigiosas empresas en el mismo ramo que compiten cada cual con su marca, casi todas distribuyen buenos vehículos, excepto los que son fabricados en China Continental, cuya calidad es muy dudosa, según opinan los expertos.

Que una empresa arribe a cien años es gracias al vigor empresarial de sus gestores iniciales. Son ellos los que deben llevarse la mayor parte de la gloria que hoy disfrutan sus herederos. En el caso de Corporación Flores, don Valentín se sentirá muy orgulloso de la respuesta que tuvo de sus hijos, particularmente de Alan Flores, que tomó las riendas del esfuerzo empresarial de su padre, trabajando duro para hacerla crecer, hasta mantenerla competitiva al arribar al centenario, algo que al heredero de don Valentín no le ha de haber resultado sencillo. Ha debido luchar contra adversidades internas y externas, pero la mejor prueba que Alan Flores supo honrar la memoria de su padre es lograr llegar a la centuria con el apoyo de sus hijos, a los que ha sabido inyectar el entusiasmo y conocimiento, haciéndoles saber que ahora son los responsables de hacer crecer el legado de don Valentín, que es el iniciador de la gran gesta empresarial de la familia Flores.

Los que asistimos al acto conmemorativo del siglo de existencia de este grupo, fuimos testigos de un verdadero acontecimiento histórico, porque eso es la celebración del vigor empresarial centenario, que ya han celebrado otras empresas reconocidas como Banco Atlántida, que hace unos años conmemoro su centenario en el lugar donde originalmente fue fundado. Y en ese mismo camino están otras empresas hondureñas, cuyos fundadores fueron personas virtuosas que entregaron su vida a las empresas que hoy manejan sus herederos contribuyendo a la economía nacional.

El gobierno y las autoridades hondureñas, si apreciaran el valor de las empresas, que durante cien años han hecho tantos esfuerzos por contribuir con nuestro país, por iniciativa propia hubieran ofrecido reconocimientos especiales a los socios actuales, porque, sin duda, las empresas en general hacen mucho más por el país que los gobiernos y los políticos, que al mal ejercer el poder, en lugar de favorecer el fortalecimiento de las empresas que son generadoras de riqueza, les disparan a las piernas para debilitarlas, como está sucediendo actualmente, cuando el gobierno se ha declarado públicamente enemigo del sector empresarial, con el objetivo cuasi deliberado de aumentar el desempleo. 

¡Felicidades a todos los abnegados empresarios que actualmente luchan por mantener sus empresas, con lo cual demuestran estar a favor de la población y la patria hondureña!

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 19 de octubre de 2023.