El hostigamiento contra el CNE por parte del PLR, haciendo que elementos militares se tomaran las instalaciones con perros de garra, antimotines o rastreadores de drogas, se podría tomar como una demostración inicial de la intimidación que el gobierno planea implantar si la oposición no le complace sus caprichosas exigencias para controlar el proceso electoral. La forma a ultranza como lo está haciendo el PLR es un craso error de la alta dirigencia de este partido, que forma parte de la cadena de errores que Mel Zelaya ha cometido en su ya larga carrera política desde que era un joven imberbe, aspirante a líder en los años 80.
Intimidar a ultranza en las actuales circunstancias políticas, que son adversas al partido gobernante, alerta a la comunidad internacional de cómo planea amenizar la fiesta electoral el PLR. Reclamar un acuerdo celebrado solamente con uno de los partidos de oposición es un absurdo que solo puede usar como argumento una cabeza obtusa, porque, en el esquema de oposición actual, también está el Partido Liberal, que tiene el legítimo derecho a presidir el CNE en el período que corresponde a las elecciones de 2025. Y lo vamos a decir sin temores, el PL tiene más derecho que el PLR y que el PN a presidir el CNE en las elecciones del próximo año por dos situaciones importantes, en primer lugar porque en los actuales momentos no está al frente del poder, y en segundo lugar, porque el haber estado por más de 20 años fuera del manejo de la cosa pública, le otorga más calidad moral para el desempeño de la presidencia del CNE en próximo el periodo electoral.
La forma grotesca como actúa el concejal Marlon Ochoa, al estilo de los tiempos primitivos del troglodita Trucutú, cuando se usaba la masa de hierro para hacer entrar en razón a los adversarios, alerto a las dos concejales de la oposición, para quitar las telarañas del enigma este mismo día, al decidir de una vez por todas el orden de precedencia en el ejercicio de la presidencia del CNE, y mediante votación democrática, las dos concejales, Ana Paola Hall y Cossette López, determinaron que la concejal López ejercerá la presidencia del CNE en el 2024 hasta septiembre de 2025, mientras que la concejal Ana Paola Hall ejercerá la presidencia del importante órgano en 2025, cuando se celebren las elecciones.
Sin embargo, esto no debe ser considerado como una derrota anticipada para el PLR, porque el destino electoral se define en las urnas. Lo que se impidió este día es que el partido de gobierno se apoderara del control del CNE y con ello se presumiera el amarre de un fraude electoral como ha venido sucediendo en Venezuela. El que al concejal Marlon Ochoa le corresponda ejercer hasta en 2026, limpia de toda suspicacia al partido PLR, que hubiera entrado manchado por el fraude desde el inicio. El PLR como partido gobernante, tiene todas las herramientas del poder en sus manos, haber logrado apropiarse de la conducción del CNE, usando la tesis truculenta de los acuerdos parciales solo entre dos partidos, hubiera significado para el PLR la peor de todas las credenciales que es llevar el fraude asegurado al controlar el organismo electoral.
Además, es importante destacar que la concejal Ana Paola Hall despejó todas las dudas que se cernían contra ella, al haberse proclamado como una funcionaria independiente, distanciándose de todo tipo de presiones. La concejal Ana Paola Hall demostró su condición imparcial y además la valentía para encarar las bravuconadas de Marlon Ochoa del PLR, que ayer, con la confabulación de los militares echó los perros antimotines y husmeadores de drogas para que intimidaran al personal del CNE.
El estilo característico bravucón del concejal Marlon Ochoa lo retrata como un vulgar buscapleitos que cuando pierde una batalla se rasga las enaguas con la tesis del fraude. Pero, un fraude en estos momentos solo lo puede consumar el partido de gobierno, porque es el que tiene todos los fierros del poder en sus manos, excepto el CNE, con el que pretendía cerrar con broche de oro sus pretensiones de control absoluto de las instituciones para garantizarse el triunfo por la expedita ruta del fraude amarrado.
Si el alto mando del PLR usara la cabeza, su mejor estrategia desde ahora seria enarbolar la bandera de la desventaja, al no haber logrado el control del CNE, con lo que, en igualdad de condiciones con los dos partidos de oposición, entrará a la recta final de la contienda, la que solo podrá ganar si tiene el amplio respaldo de los electores, sin tener el ventajismo del control del CNE.
La actitud valiente de la concejal Ana Paola Hall y no menos valiente de la concejal Cossette López, eliminan la cortina oscura de las dudas, y a partir de ahora, los hondureños podemos respirar tranquilos de que el PLR no podrá mangonear el CNE, para desde allí consolidar un fraude estilo Venezuela. Sin duda, las dos concejales de la oposición les han devuelto la tranquilidad a los hondureños.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy viernes 13 de septiembre de 2024.