UN MINISTERIO FRANKENSTEIN

Si hay un ministerio, desconfigurado, desnaturalizado, remendado y parchado de la peor forma como era «Frankenstein», el legendario personaje monstruoso del cine de los años 60, es el Ministerio de Seguridad, que igual que aquel monstruo de apariencia horrible, no solo da miedo por lo que representa, sino porque sus acciones no concuerdan con las tareas que por ley le corresponden. Desde hace algún tiempo, el Ministerio «Frankenstein», ha sido denunciado desde adentro y desde afuera, no solo por lo que no hace bien, o por lo que deja de hacer, sino por todo aquello que hace mal, y que este fin de semana rebalsó la copa, cuando la Secretaría de Seguridad de nuevo volvió a la palestra pública al denunciar el representante de la asociación de jóvenes promotores y defensores de los derechos humanos, que la Secretaría de Seguridad conocía las interioridades de los cinco jóvenes desaparecidos, cuyos cuerpos habían sido encontrados por la Policía, pero mantenidos en secretividad mientras se celebraba en Tegucigalpa, el Foro de Sao Paolo.

¿De quién partió la orden de silenciar el hallazgo de los cadáveres de los infortunados jóvenes masacrados de manera brutal? Es deber del ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, revelar de dónde se le impartió la orden para mantener ocultos los cadáveres de los jóvenes, que de no ser por otra fuente, los hondureños hubiéramos pasado desapercibido ese manipuleo cruel, ingrato e inhumano. No se le puede atribuir todas las iniciativas para adecentar al Ministerio «Frankenstein», a la Dra. Julissa Villanueva. Pero la viceministra Villanueva ha ido en escala denunciando todos los descalabros en ese Ministerio, que no responde a las necesidades de seguridad de la ciudadanía.

Desde la matanza de 42 mujeres en la Penitenciaría de Támara hace un año, hasta lo último que ha trascendido, que es una acción bochornosa e inhumana de los titulares del Ministerio de Seguridad, amerita una deducción de responsabilidades. Cronológicamente, la ciudadanía nunca ha entendido por qué la Presidente Xiomara Castro, en lugar de remover al comisionado Gustavo Sánchez, por ser el responsable directo en la masacre de las 42 mujeres, lo premió, nombrándolo al frente del Ministerio de Seguridad, cuando lo que correspondía por ley, era ascender a la viceministra Julissa Villanueva, para sustituir en el Ministerio de Seguridad al destituido Ramon de Jesús Sabillón.

Ahora bien, con todas las denuncias de la Dra. Villanueva, en cualquier otro país, el gobierno ya la hubiera destituido del cargo, por la forma irreverente en que ha denunciado la ineficacia e incompetencia del comisionado Gustavo Sánchez, que a estas alturas ya debe estar más que incomodo, teniendo al lado a una viceministra que a cada mal paso que da, cuestiona su mala labor. En Costa Rica, el presidente tico destituyó de inmediato a la ministra de Cultura y a otro funcionario solo por haber autorizado en forma inconsulta una marcha de organizaciones gay.  

Por otra parte, hoy la Dra. Villanueva denunció que ha sido objeto de abusos y atropellos, al despedirle a todo su cuerpo de seguridad. La han dejado inerme e indefensa, totalmente expuesta a que los grupos antisociales, a los que persigue como autoridad, le puedan hacer daño. ¿Quién tomo esa medida contra Villanueva? ¿La Presidente Xiomara Castro? ¿El ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez? ¿No era preferible destituir a la Dra. Villanueva de una sola vez en lugar de dejarla expuesta ante la criminalidad?

Por otra parte, como ciudadanos nos preguntamos: ¿por qué al quedar indefensa frente a las organizaciones delictivas, la Dra. Julissa Villanueva no toma la iniciativa para renunciar y alejarse del peligro que representa seguir ostentando la placa de Seguridad? O, ¿qué tan bueno es estar en ese Ministerio «Frankenstein»? O, ¿qué tanto vale la pena estar en un cargo en el Ministerio de Seguridad, sin gozar de la debida protección, sabiendo que por sus continuas denuncias ella está en la mira de las organizaciones antisociales?

Como puede ver el público, la Secretaría de Seguridad es un auténtico monstruo, parchado y sanguinolento, apestoso por la pus que le supura de cada herida mal curada y sin remendar. El comisionado Gustavo Sánchez debió acompañar en el despido a Ramon Sabillón, como corresponsable en la matanza de las 42 mujeres prisioneras, pero, en lugar de eso fue premiado con el ascenso a la titularidad de ese Ministerio. Eso es producto de un manejo caótico como bien lo definió hoy la prestigiosa revista Insight Crime. Por cierto, la definición que ha dado este importante medio internacional, que se dedica a investigar las actividades de los grupos delictivos, sobre el comportamiento del Gobierno de la Presidente Xiomara Castro en el combate a la criminalidad, es de lo más ajustado a la verdad y a la realidad que prevalece en Honduras. 

Recomendamos a los funcionarios del gobierno, de la Cancillería o del mismo Ministerio de Seguridad, que no vayan a caminar en las arenas movedizas de las respuestas soberbias, porque Insight Crime tiene un archivo de lo más completo sobre la actividad criminal que liga a políticos, empresarios, funcionarios y gobernantes de países como el nuestro, que tienen más de una pata untada en los negocios ilícitos.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy lunes 1 de julio de 2024.