¿QUO VADIS TRUMP?

Quo vadis es una expresión latina que significa: ¿a dónde vas? La frase responde a una tradición cristiana que gira alrededor de San Pedro; de acuerdo con los hechos históricos, el emperador Nerón en el año 64 comenzó una feroz persecución contra los cristianos, es en ese momento que se le preguntó a Pedro: ¿quo vadis? Era obvio que Pedro estaba huyendo de las hordas de Nerón que intentaba eliminar a los cristianos. Hoy, el mundo entero, impávido, le formula la misma pregunta al presidente de EEUU: ¿quo vadis Donald Trump? ¿A dónde vas, qué te propones al alinear a casi todos los países del planeta en tu contra y en contra de EEUU?

Sin necesidad de descifrar en una bola de cristal las reales intenciones de Trump, lo interesante es que el presidente de EEUU es transparente en sus intenciones y mucho más en sus ejecuciones. Trump quiere limpiar de migrantes indocumentados el territorio estadounidense, aun sabiendo que prescindir de la mano de obra latina producirá un lucro cesante que afectará a la producción agrícola y a industrias como la construcción que tienen en los trabajadores latinos el principal soporte con el conocimiento y la práctica de las labores del campo, de la albañilería, la carpintería y otros rubros que no son atendidos por los trabajadores estadounidenses.

Sin embargo, la drástica decisión de Trump de deportar a millones de migrantes latinos, ha contemplado de qué manera se producirá el reemplazo para no afectar a la economía de EEUU. Y es aquí donde mentes como Elon Musk, Jeff Bezos y Mark Zuckerberg, han de haber aconsejado a Trump que solo hay una forma de reemplazar la mano de obra en el campo y en áreas como la construcción. Es una salida que nos caerá como lluvia de agua caliente a los países que aportamos migración. Todo indica que en la era Trump el mundo empezará a conocer la sustitución de la mano de obra humana por los robots, sistematizados y programados para efectuar labores de todo tipo. Cada día hay más robots haciendo diferentes trabajos que sustituyen a las personas. Hay muchos restaurantes con meseros robots, hay robots haciendo distintas labores de limpieza en una casa y en los hoteles.

Lo que decimos no es ninguna exageración, el escritor Yuval Noah Harari lo ha venido anticipando en sus obras, cada vez nos estamos acercando al momento en que el mundo estará en manos de robots, realizando las distintas tareas que hasta ahora solo podían desempeñarlas los seres humanos. No parece que devolver a sus países a millones de migrantes obreros latinos es producto de la improvisación. Trump tiene en Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos a consejeros que viven la era de la inteligencia artificial. Esta es una noticia que debe alarmarnos a los países latinos que hemos vivido acolchonados en las remesas que nuestros migrantes en EEUU envían a sus familiares.

Un individuo eminentemente pragmático como Donald Trump ha sabido escoger como sus mejores asesores a los genios de la IA, que son los factores de cambio en esta era que aun guarda muchos enigmas para el común de las personas que apenas tenemos nociones de lo que es la inteligencia artificial. Si un robot puede sustituir a un ser humano en el desempeño de la vida diaria, incluso en las funciones de una mujer o de un hombre, a esta hora en que leen este editorial, es casi seguro que hay robots que están siendo programados para hacer las labores del campo, como recoger los frutos, los vegetales, las legumbres, cortar las flores en forma selectiva, cortar los mangos, bajar las naranjas, etc. De esto no cabe duda, la tecnología ya tiene capacidad de «robotizar» las distintas actividades de la manufactura, de la agricultura, y de la construcción. Esto que decimos no es cuento de ciencia ficción. Es la nueva realidad del mundo, la realidad de la inteligencia artificial.

El caso más patético es el de un periodista español que prefiere tener de compañera o mujer a una robot, porque según su confesión no es nada complicada, es más económica en manutención, muy servicial y nada exigente como lo era su exesposa. Nada más que su nueva compañera de vida, que incluso le satisface en los places sexuales, no tiene manera de procrear. Esto es triste en cuanto a la reproducción humana, pero no lo es en el campo de la producción agrícola, de la construcción y de tantas actividades económicas.

Me atrevo a vaticinar que, si Donald Trump no tiene miedo de dejar sin mano de obra humana a EEUU, es porque los genios de la IA que lo aconsejan, principalmente Elon Musk, le han asegurado que los robots pueden ser más eficientes, más aseados, más ordenados, más económicos y sobre todo menos problemáticos que los obreros latinos. Y si esto fuera así, preparémonos los países como Honduras, que hemos vivido esperando que nuestros migrantes suden la gota gorda para enviarnos más remesas. No hay otra forma para sustituir la mano de obra humana si no es con otros seres, solo que a estos no les corre sangre, sino energía que los hace moverse, obedeciendo las instrucciones debidamente programadas.

Pobre de los países que han vivido recostados en las remesas de los migrantes que se fajan a lo grande en EEUU para ganar dólares y sostener a sus familias. Los robots creados por la inteligencia artificial son los mejores aliados de Trump para que este pueda echar de su país a todos los indocumentados. Hacia esa meta va Donald Trump, a robotizar todas las actividades productivas de manera que no hagan falta los obreros latinos. Preparémonos en Honduras para cambiar el chip tradicional, dependerá que el gobierno en vez de incidir en el cierre de empresas facilite oportunidades para que los inversionistas prosperen, crezcan y generen más fuentes de empleo. Por lo menos por algunos años, hasta que nos lleguen los robots, porque estos dan ventajas: no forman sindicatos, no piden vacaciones ni aguinaldos y no son exigentes con las prestaciones laborales.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy miércoles 29 de enero de 2025.