
Para crear más incertidumbre en el país y aumentar las tensiones en el escenario económico hondureño, nada más insensato que la pantomima montada por el ministro del SAR, Marlon Ochoa, respaldado por un aparato ruidoso, que resultó ser un fiasco al no presentar una denuncia formal como lo anuncio, en lo que supuestamente sería una demanda seria contra empresas involucradas en actividades delictivas. Las empresas que han sido mencionadas son aquellas que se han acogido al régimen de exoneraciones aprobado por el Estado con el fin de estimular las inversiones. Los estímulos a los inversionistas no solo existen en Honduras, en casi todos los países del mundo los gobiernos que tienen claridad para la búsqueda del crecimiento económico contemplan planes ambiciosos que contienen estímulos, mediante exoneraciones, para incitar a los empresarios a ampliar sus inversiones y aumentar la generación de empleo. Hace un mes el gobierno de Alemania tomo dos medidas extraordinarias: redujo sustancialmente los impuestos e incremento los estímulos a los inversionistas.
El Gobierno de la Presidente Xiomara Castro, que no demuestra tener visión de país, arremete a cada paso contra el sector empresarial, muy mal orientada la Presidente Xiomara Castro por la maldad de la asesoría internacional del expresidente ecuatoriano, prófugo de la justicia de su país, Rafael Correa, quien es el autor de la Ley de Justicia Tributaria, según denuncia del dirigente liberal y empresario Yani Rosenthal. Esta política del Gobierno de LIBRE, de atacar sistemáticamente con un lenguaje lleno de chocarrería sectaria, a varias empresas hondureñas que supuestamente han incumplido sus obligaciones fiscales, tiene el propósito de crear un clima anti empresarial, que en nada beneficia al país y por consiguiente tampoco beneficia al gobierno, que pareciera empeñado en destruir la economía nacional.
El ministro del SAR, muy apegado al guion anti empresarial, pretende ignorar que el caso más grave de corrupción que ha puesto en la picota mundial a nuestro país es la imposición violenta de la actual directiva del Congreso Nacional, que actúa usurpando funciones importantes, por lo que tarde o temprano la justicia habrá de deducir responsabilidad a los usurpadores. El desaguisado mayúsculo de la junta directiva ilegal del Congreso Nacional es la emisión de un «Decreto de Amnistía» para garantizar un manto de impunidad a exfuncionarios del gobierno del expresidente Manuel Zelaya y que sin duda es la monstruosidad más terrible en materia de corrupción en todos los tiempos. Politizar el sistema tributario para construir un escudo protector a la cadena de violaciones a la Constitución de la República, es la estrategia empleada por los gobiernos autoritarios de corte fascista de Cuba, Venezuela y Nicaragua, y por el no menos fascista gobierno del expresidente ecuatoriano, prófugo de la justicia ecuatoriana, Rafael Correa, todos gobiernos especializados en acusar a los adversarios de aquellos delitos que se cometen desde los mismos estamentos oficiales.
Si hay empresas que violan la ley e incumplen las obligaciones fiscales, el sistema tributario tiene los mecanismos creados en la ley para deducirles responsabilidades. Usar el estruendo intimidatorio, acompañado de la bulliciosa alharaca sectaria, solo conlleva a agravar el clima de tensiones, que es el artificio político del Gobierno de LIBRE, no para avanzar en la consecución de buenos propósitos que contribuyan al bienestar de los hondureños, sino para agravar las precarias condiciones del país que conllevan al cierre de más empresas y el alarmante aumento de hondureños desempleados.
Acabamos de estar en un significativo acto en Nueva York, donde el inversionista Yusuf Amdani, que lleva varias décadas desarrollando empresas en el Valle de Sula, presento el libro de su autoría UN MUNDO DE OPORTUNIDADES, en el que describe su experiencia como inversionista en Honduras. En el centro de la prestigiosa revista Forbes de Nueva York, vimos muy complacidos que a este acto comparecieron dos miembros del Gobierno de Honduras: el canciller Enrique Reina y el vicecanciller Tony García. Ambos funcionarios pronunciaron palabras de reconocimiento y elogio al empresario Yusuf Amdani con su grupo Karims. Pero para sorpresa nuestra, un día después en Tegucigalpa, el ministro del SAR arremetía contra empresarios hondureños y extranjeros, en una perorata callejera, en la que no presento pruebas contundentes contra varias empresas que generan miles de puestos de trabajo en beneficio de muchas familias hondureñas, sino que, de manera malintencionada, el titular del SAR las acusa de aprovechar el régimen de exoneraciones que fue aprobado por gobiernos anteriores, incluso varias de esas exoneraciones se extendieron durante la administración de Mel Zelaya del 2006 al 2009.
Con este tipo de acusaciones que llevan la clarísima intención de estrangular la economía a través de la destrucción de las empresas, es evidente que desde el mismo gobierno se busca dañar la imagen de la Presidente Xiomara Castro, haciéndola ver como una gobernante que por desconocer la tarea de gobernar en forma seria, es la responsable de llevar a Honduras por un rumbo desorientado donde no hay un norte seguro.
Y el daño a la gobernante Xiomara Castro se ve reflejado en las encuestas de opinión pública. Pero el daño a la Presidente Xiomara Castro no se lo hace la oposición, ni la empresa privada, es producto de mentes malévolas del mismo gobierno que están interesados en que la Presidente Xiomara Castro fracase, para justificar un objetivo político antidemocrático que no responde a los intereses de Honduras, y que, atenta contra el bienestar de los hondureños.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 14 de septiembre de 2023.