Los hombres de nuestro tiempo, entre ellos los políticos y los jefes militares, deberían frecuentar alguna lectura de los clásicos. La democracia se descubrió en Grecia, sobre todo en Atenas; fue la democracia la que permitió la participación de mayor número de ciudadanos en los asuntos públicos, lo que dio un inesperado relieve a la retórica, al arte de decir y expresarse bien, lo cual hizo que hubiera un auge de los sofistas, aunque estos pecaron gravemente al olvidarse de la verdad en favor de la opinión, que es el arte de persuadir acerca de una cosa u otra sobre algo y su sentido contrario.
En el nacimiento de la democracia en Atenas surgió Pericles, que fue un gran estratega y estadista de su tiempo, inmortalizado por su celebre expresión: «el que sabe y no se explica con claridad, es igual que si no pensara». Esta es una expresión que se aplica a políticos que hablan hasta por los codos. Y también a jefes militares como Roosevelt Hernández, que se ha sumado a la lista de parlanchines, diciendo cosas que son inapropiadas y que lo ubican en el contexto de Pericles: de los que creen que saben pero como no se explica con claridad, es igual que si no pensara.
En la Constitución de la República, en el art. 272 está definida la razón de ser de las FFAA: «las FFAA se instituyen para defender la integridad territorial y la soberanía de la República, mantener la paz, el imperio de la Constitución, los principios de libre sufragio, y la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la Republica». Las FFAA pueden cooperar con las secretarias o ministerios, pero en ninguna parte de la Constitución se les impone la obligación de proteger al gobierno, por lo cual esto último es un sofisma, es decir, una razón de algo que no existe, pero que Roosevelt Hernández en su retórica salamera se la atribuye como obligación democrática a las FFAA.
Muchas veces escuchamos en boca de algunos de estos cachorros, enfurecidos de una autoridad que creen tener fuera del marco constitucional, por el hecho de creer que al ponerse como incondicionales del Gobierno del PLR pueden decir toda clase de tonterías, cosas impropias como esta última del jefe militar, que cree que defender al gobierno es asunto de democracia. La Constitución puede tener malicias, falencias y hasta ingenuidades, pero lo que no vemos en el art. 272 es que, entre las obligaciones de las FFAA, este la de defender al gobierno porque eso es la democracia. Algunos hondureños, como ciudadanos, podrían pensar que es una obligación defender al gobierno, pero resulta que más bien debe ser lo contrario, es el gobierno el que nos debe proteger y defender a los ciudadanos y sin embargo, aunque hay muchas instancias, cuando el gobierno nos agrede de una u otra manera, no hay quien nos defienda y el gobierno nos hace añicos con sus disposiciones y medidas, en su mayoría absurdas y atentatorias contra el bienestar de los ciudadanos.
En Honduras deberíamos huir de los gobiernos que surgen para acumular poder todos los días para entronizarse en el poder, y sin embargo la gente en su despiste termina eligiendo este tipo de gobierno. Nuestra reciente realidad democrática se apuntó en este tipo de gobierno, que preside el PLR, donde el objetivo es sostenerse en el poder a costa de la posibilidad de contar con el apoyo de la gente que recibe dadivas del gobierno, que no le resuelven los problemas a la gente pero que les proporciona una felicidad momentánea.
Cuando escuchamos al comandante del Estado Mayor Conjunto, Roosevelt Hernández, hablar en los términos en que se expresa, de que las FFAA están para proteger al gobierno porque eso es la democracia, es una expresión sofistica, demagógica, que entra en conflicto con la verdad y arriesga la seriedad de las FFAA, al colocarlas en condición de una especie de gendarmería al servicio del gobierno, aunque suponemos que este trabajo no es de gratis.
Desde hace mucho tiempo los pensadores han manifestado que los males de la libertad es que abre muchas válvulas para que funcionarios y jefes de instituciones como las FFAA, se pongan al servicio de la mentira haciendo de esta una especie de partido para fines inconfesables, pero, quien sabe que proyecto personal podría estar tramando el Gral. Roosevelt Hernández, que al final acabe convirtiéndose, no en un protector, sino en un enemigo de la democracia.
Por lo pronto, en sofismas como el pronunciado por Roosevelt Hernández, de decir que las FFAA están para proteger al gobierno porque eso es democracia, hay que hacer un análisis cuidadoso, porque de repente cabe la posibilidad de que, al usar este sofisma, que es una falsedad, lo que el jefe militar nos quiso decir es que los militares quieren proteger al gobierno para que no caiga más profundo en el abismo de la ilegitimidad social. Y si así fuera, estaríamos de acuerdo con el sofisma de Roosevelt Hernández.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy miércoles 13 de noviembre de 2024.