La confirmación que el gobierno queda descolgado de la Cuenta del Milenio es la crónica de un fracaso anunciado, ante tantos desatinos del Gobierno de la Presidente Xiomara Castro, que parecieran haber sido cometidos ex profesamente para desvincularse de cualquier iniciativa de apoyo de EEUU. El Gobierno de la Presidente Castro se ha caracterizado por mantener la distancia de EEUU desde un comienzo, quizás por razones estrictamente políticas, aunque en lo personal me parece que este gobierno no desea tener ninguna vinculación de apoyo económico con EEUU porque cree que es la mejor manera de no quedar supeditado al aparato de justicia de EEUU, por aquello de las extradiciones.
Durante los casi tres años de Gobierno del PLR que preside Xiomara Castro, EEUU le envió al menos 12 comisiones de apoyo, ofreciendo distintos proyectos de cooperación que hubieran beneficiado al pueblo hondureño, misiones que llegaron a Casa de Gobierno de Honduras, y que se regresaron sin que el Gobierno del PLR mostrara interés por dejarse ayudar por EEUU. Me atrevo a asegurar que nunca antes EEUU mostró tanto interés por ayudarle a Honduras, que en este Gobierno del PLR, pero al mismo tiempo, nunca antes otro gobierno se dio el taco de rechazar tanto apoyo ofrecido por el aliado más importante que ha tenido nuestro país a lo largo de la historia. Incluso, en una de esas misiones, el zar de la energía eléctrica del gobierno estadounidense, José Fernández, vino en persona a ofrecer un proyecto para sacar a la ENEE del atolladero en que se encuentra. Y con todas las misiones enviadas por EEUU, la respuesta del gobierno fue la misma: la Presidente Xiomara Castro las recibió con su característica sonrisa, les dio una palmadita en el hombro y las despachó de regreso, prometiendo confirmarles la aceptación del apoyo, que nunca se dio a ninguna de las misiones estadounidenses. Creo que nunca antes EEUU ha recibido tantos desaires del gobierno de un país tan necesitado, como de parte del gobierno socialista de Xiomara Castro.
La negativa de la Cuenta del Milenio es anterior a las propuestas rechazadas por el gobierno. Este veto al Gobierno de Xiomara Castro viene a partir de la imposición en forma violenta de la directiva del Congreso Nacional, y de la serie de desaguisados que se han cometido en el Congreso donde se emitió un decreto de amnistía que fue todo un manto de impunidad, seguido del nombramiento de una pseudo comisión permanente sin pasar por la aprobación del pleno del Congreso, más el manoseo descarado de los dineros públicos por el presidente usurpador del Congreso, diputado Luis Redondo. Pero donde el Gobierno de la Presidente Xiomara Castro le puso la tapadera al pomo, fue cuando desató la ola de compras directas, contraviniendo el ya frágil sistema de compras que ha existido en Honduras a través de la Ley de Contratación del Estado, abriendo de esta manera las compuertas para dar paso a la corrupción, porque la forma como el gobierno está privilegiando que se hagan compras directas por sumas multimillonarias, es la mejor manera de enriquecimiento ilícito.
La Cuenta del Milenio castiga a los gobiernos de los países que no avanzan en los controles que frenan la corrupción y los gobiernos de Honduras, desde 2010, no fueron capaces de mostrar resultados en la lucha contra la corrupción y la impunidad, por lo que, desde ese año nuestro país perdió los beneficios de la Cuenta del Milenio, que son fondos no reembolsables que el gobierno de EEUU destina a los países pobres para atender fundamentalmente obras de infraestructura. La CA-5 o carretera del norte fue construida gracias a esos fondos, quizás el apoyo más grande que EEUU le ha brindado a Honduras en infraestructura.
Hoy, los fondos del Milenio forman parte de una historia que no se repetirá, por lo menos no mientras el gobierno no de señales de encauzarse por la senda del combate a la corrupción y la impunidad, porque al abrir las compuertas de las compras directas el gobierno le dio luz verde a la corrupción por todos lados, por las FFAA, por Salud Pública, por Educación, en fin, por todos lados. Compras directas equivale a corrupción, de manera que al Gobierno de la Presidente Xiomara Castro pareciera no interesarle, como tampoco le intimida que los organismos de sociedad civil le pasen enrostrando los constantes actos de corrupción que se cometen, usando como mecanismo de defensa el argumento de que la sociedad civil no hizo los mismos señalamientos en los gobiernos nacionalistas.
De manera que a los hondureños solo nos toca ver de lejos como las decisiones del Gobierno de la Presidente Xiomara Castro, enmarcadas en el particular interés político de distanciarse de EEUU, nos impide recibir los beneficios del gobierno estadounidense, que nos harían mucho bien para tener mejores carreteras, para modernizar el sistema de infraestructura vial de nuestro país. Lamentando que, por esa obstinación ideológica, Honduras perdió la oportunidad de resolver el problema de la ENEE, que es el problema financiero que tiene en permanente estado de quiebra a la economía hondureña.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 21 de noviembre de 2024.