La algarabía liberal expresada por los movimientos del partido durante la presentación de las respectivas planillas fue sin duda una verdadera manifestación que denota el reencuentro de los liberales que desde todas las direcciones acudieron a lo que parece ser el retorno de esta institución política al poder de la República. Entre los movimientos, los liderados por Jorge Cálix y Salvador Nasralla, son los mayores aglutinantes, así se puede ver también en las diferentes encuestas que arrojan resultados inequívocos, de que ambos personajes han logrado levantar tal entusiasmo entre los militantes propiamente dichos y los ciudadanos que sin tener un partido se decantan por uno y otro, en beneficio del PL.
Este sin duda, es el momento del Partido Liberal, solo comparable, en lo que hemos visto desde 1980 hasta ahora, con los gloriosos años del liberalismo liderado por Ramón Villeda Morales, después por Modesto Rodas Alvarado, hasta la época de Carlos Roberto Reina. Lo más reciente estuvo marcado por la victoria categórica de Carlos Flores Facussé, hasta que llegó el 2009, cuando el liberalismo sufrió la fractura más grave de su historia, en que a punto de obtener una nueva victoria con Elvin Santos de candidato, surgió Mel Zelaya, electo por el PL, con la cuarta urna, impuesto como un proyecto político de largo plazo, que dio al traste con el que parecía un triunfo inevitable de Elvin Santos, para, una vez fracturado, ceder la ventaja al candidato nacionalista Pepe Lobo.
Reagrupar al PL parecía una misión imposible, hasta que, de la noche a la mañana, con la incorporación de Salvador Nasralla, procedente del PSH, y Jorge Cálix, que al ser expulsado del PLR, fue recibido en su vieja casa liberal como el hijo pródigo. Envueltos en la flamante bandera liberal, tanto Nasralla como Cálix, han sido una especie de borbollón turbulento que ha agitado las aguas liberales, haciendo que estas, que estaban desperdigadas, como los riachuelos cuando se han zafado de los ríos para convertirse en pequeñas quebradas independientes, de pronto, azotadas por un viento favorable decidieron volver a su cauce original, que es el Partido Liberal, la más legendaria institución política del país, de cuyo seno han nacido los demas partidos como el PN y el PLR.
Lo interesante es que todo el alboroto positivo en el liberalismo ha tenido como escenario propicio la sede del Consejo Central Ejecutivo, con lo que todos los movimientos han coincidido que la nueva efervescencia no tiene que darse en hoteles, ni en centros sociales o centros de convenciones, que todo lo que tiene que ver con la recuperación del partido debe contar con el calor liberal que no está en ningún otro lugar, sino en la casa del partido, que es donde deben hacerse las actividades que tienen que ver con el gran objetivo que es lograr que el PL vuelva al poder.
El día de la presentación de planillas resultó emocionante ver como cada movimiento monto dentro del mediano patio del PL su propia estructura, para realizar por su cuenta el lanzamiento del hermoso acto de presentación de planillas. Quizás uno o dos movimientos no han podido cumplir con los requisitos exigidos por las leyes del partido y del CNE, sin embargo, esto no es óbice para que los liberales se hayan fundido en medio del entusiasmo, en abrazos fraternales de correligionarios, deseándose suerte unos con otros. Esto fue un ambiente de autentica hermandad liberal, que denota que los liberales están dispuestos a llegar unidos hasta el final de la contienda, que será cuando se celebren las elecciones generales.
Es obvio que habrá sectores interesados en dividir a los liberales, especialmente los que apuestan por permanecer en el poder, pero mantenerse compactos como un solo cuerpo con el objetivo de retornar al poder, dependerá de los lideres de los movimientos, que por ahora han demostrado tener la suficiente serenidad para entender que, sus adversarios no son los mismos liberales sino los que ansían continuar en el poder en forma indefinida.
Al volver las diferentes aguas a su cauce original, hacen que el PL vuelva por sus fueros, que son los que siempre determinaron al PL como el partido más pujante del país. Atrás quedo la división, hoy los diferentes movimientos liberales saben que su adversario es el PLR, que los quiere mantener divididos usando a un movimiento liderado por el excandidato Luis Zelaya, que al parecer tiene el respaldo del partido de gobierno para montar una campaña con mucho respaldo.
Sin embargo, hay dos movimientos muy superiores en el PL: el de Jorge Cálix y el de Salvador Nasralla. Los números de las encuestas no engañan, entre Nasralla y Cálix está el próximo candidato del PL. Y de ellos, el que salga victorioso en las elecciones primarias, parece inevitable que será el próximo Presidente de Honduras.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 12 de noviembre de 2024.