LA OPOSICIÓN NO ES DESLEAL

Seguro que la oposición no debe lealtad al gobierno, sino solo a los intereses generales del país y su sistema constitucional. Por eso, cuando la máxima dirigencia de LIBRE reacciona en contra de las manifestaciones populares, como la del fin de semana en Choluteca, comete un error político al pretender desnaturalizarla, adjudicándole calificativos que en cualquier momento se pueden revertir en contra del Partido LIBRE, que por los vientos que soplan en las cortes de Nueva York, sus lideres no están exentos de las acusaciones del mismo delito que siguen usando como bandera política contra sus adversarios.

La dirigencia de LIBRE debe aprender a tolerar las marchas de la oposición, deben saber que por más que se empeñen en obstaculizar la movilización de personas que proceden de otros lugares, usando al Instituto del Transporte como un valladar oficialista para evitar el desplazamiento masivo a las marchas, no lo podrán lograr, como se demostró en Tegucigalpa y el sábado anterior en la zona sur, donde miles de manifestantes marcharon retando al gobierno. Es bueno explicar el sentido de estas marchas, que, por lo que apreciamos no han sido concebidas ni planificadas para desestabilizar al gobierno. Las marchas se nutren de hondureños de todos los sectores políticos y sociales del país, que buscan un espacio para mostrar su inconformidad con el gobierno por la mala forma en que está conduciendo los asuntos del país. Cuando la gente se incorpora a las marchas es porque quiere integrarse a la oposición y a eso debe tenerle cuidado el gobierno.

Sin embargo, oponerse al gobierno significa vigilar el uso del ejercicio del poder, juzgar sus iniciativas y abrir otras alternativas. Y en eso, todos los hondureños tenemos no solo que vigilar al Poder Ejecutivo sino al Congreso Nacional, que es el sistema parlamentario, que es la piedra angular de la democracia representativa. Todos los abusos que comete el ilegal y usurpador presidente Luis Redondo no deben ser consentidos por ningún hondureño, porque al permitirlo estamos concediéndole más poder a Redondo, para que se sienta más envalentonado.

La marcha del sábado en la zona sur es un indicador incuestionable que el descontento popular contra el Gobierno de Xiomara Castro y contra LIBRE está creciendo, porque congregar a más de 20 mil personas, no es comida de trompudo. Se puede convocar a una concentración, otra cosa es la respuesta popular, y lo que hubo en la zona sur fue una verdadera multitud que no solo desafío los bloqueos del gobierno, sino que reto a los efectos climáticos que en la zona sur hacen sudar y ahuyentan a la gente.

Pareciera que en el Partido LIBRE y en la gente del gobierno les es difícil entender y comprender que a la sociedad hondureña no la pueden engañar; la situación del país es agobiante, mientras el gobierno, de una manera incomprensible, se empeña en agravarla con su política anti empresarial, que está dejando resultados desastrosos, los que se pueden medir con el retiro de varias empresas que están cerrando operaciones en Honduras para buscar mejores derroteros en países vecinos, dejando a miles de hondureños desempleados, a los cuales el gobierno les podrá dar una bolsa de alimentos una vez, pero no lo suficiente para que una familia se sostenga en un estado de bienestar que solo puede lograr con el salario que devenga en un empleo.

Lo que está ocurriendo en las manifestaciones populares, es que cada vez hay más gente sumándose, porque al hacerlo nadie se siente un extraño invitado, o que este ajeno a la responsabilidad de exigirle al gobierno que actúe respondiendo a los intereses de los hondureños y no solo en la dirección de un proyecto político totalitario, mientras a leguas se ve que el gobierno está ajeno a la gran responsabilidad de gobernar. El abandono de la gobernanza para dedicarse a la practica politiquera antidemocrática cerril, es lo que irrita a la sociedad hondureña.

Contra eso se manifiesta la multitud de hondureños que cada vez se van sumando en mayor cantidad a las marchas. Esto no es asunto, como lo piensa Mel Zelaya, que podrá contener o aplastar incitando a los sectores de LIBRE a que se sacrifiquen, lo que pareciera ser un llamado demencial a la confrontación, lo cual es irresponsable, porque cuando LIBRE reclamo en las calles de manera incendiaria, los actuales sectores de oposición actuaron de una manera mesurada, quizás porque comprendieron que su máximo liderazgo se había desgastado tanto que resultaba improcedente salir a las calles a defenderlo.

Hoy, la cosa es al revés, el descontento está bien sembrado, no solo en la oposición si no en una inmensa mayoría de la población en general que se siente defraudada y afectada por las medidas y actuaciones del gobierno, no solo por lo que está haciendo mal, sino también por todo aquello que deliberadamente está dejando de hacer en perjuicio de la economía nacional, y que, en todas formas termina perjudicando el bolsillo de los hondureños.

Por culpa de la mentalidad sectaria de Mel Zelaya, LIBRE está cometiendo el mismo error del gobierno argentino, por lo que fue barrido en las últimas elecciones por Javier Milei. El presidente argentino Alberto Fernández reconoció que muy tarde comprendió que no le habían cumplido al pueblo argentino. Igual le está pasando al Gobierno de LIBRE.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy lunes 27 de noviembre de 2023.