La forma como el diputado Luis Redondo, usurpador de la Presidencia del Congreso, juramentó a los nuevos miembros de los organismos electorales, RNP, CNE y demás, en las penumbras de la oscuridad que es su ambiente favorito para hacer las cosas, nos hace recordar que los falsos izquierdistas acostumbran a acobijarse en las sombras para cometer sus fechorías como su mejor ambiente para no ser observados. De esta manera, Redondo deslució un acto que debió haberse llevado a cabo a plena luz, con la presencia del pleno del Congreso y de los medios de comunicación. Redondo quiso realizar el acto a escondidas, en la penumbra que propicia la malicia, y con la intención de no hacer partícipe al resto de la cámara.
Decía el recordado escritor Milan Kundera que si la revolución francesa tuviera que repetirse una y otra vez, la historia estaría menos orgullosa de Robespierre, por todos los desmanes y abusos que cometió, en su gran mayoría ocultándose en la sombra y en la oscuridad. En efecto, la tempestad sangrienta de los años de la dictadura jacobina, en que se cortaron muchas cabezas humanas, más que miedo, da terror. Esconder sin necesidad eventos oficiales que deben realizarse a plena luz, solo denota el miedo a visibilizar los actos por el complejo de culpa. Redondo ha hecho muchas pillerías desde el cargo que usurpa desde principios del 2022, y quizás porque sabe que su condición es la de un usurpador de funciones importantes, es que busca evitar tener encima la mirada escrutadora de la prensa. Solo que esta vez no tenía necesidad de practicar el ocultismo, porque ya se conocían los nombres de los funcionarios reelectos y los nuevos electos.
Este Congreso Nacional, atrapado por una directiva que ascendió por las escaleras de la puerta trasera de la usurpación, pasará a la historia con el redito más negativo, no solo por tener durante dos años a toda una directiva ilegal, sino por haber estado durante todo el período bajo la conducción de un diputado que viene usurpando funciones a sabiendas de que, como usurpador, solo le espera la cárcel al final de su período. Haber cometido tropelías monstruosas, como aprobar un decreto de impunidad, camuflado como un «Decreto de Amnistía», y nombrar una pseudo Comisión Permanente sin la participación majestuosa del pleno de la cámara, para barnizar varios entuertos, ha hecho de su junta directiva un cuerpo ilegal refugiado en las tinieblas.
Con su espíritu profundamente dogmático y cínico, el diputado Luis Redondo acostumbrado a huir del resplandor de la luz, prefirió darles posesión con un estilo de carácter personalísimo, a los nuevos miembros del CNE, reafirmar en sus puestos a los reelectos miembros del RNP y demás, en lugar de hacerlo en el ambiente esplendido del hemiciclo, con la presencia del pleno de la cámara, de los medios y la prensa en general. Hacerlo todo en el ambiente de la encerrona, en función del mito del empecinamiento megalómano del populista aventurero, deslució el acto y empañó sin necesidad el período institucional de los nuevos funcionarios de los importantes organismos electorales.
Para la democracia hondureña es una lástima que ocurran este tipo de eventos en el marco de la oscuridad y las tinieblas, todo por la mentalidad trastornada de una persona que no debería estar conduciendo los destinos del Congreso Nacional, de no ser por el hecho de haber sido impuesto en forma violenta y arbitraria por un grupo de diputados radicales del PLR encabezados por el diputado Rasel Tomé. El período de Luis Redondo ha transcurrido en las tinieblas de la ilegalidad, que es el ambiente predilecto del fascismo, desde donde presume cierta grandeza con el rostro airado de una megalomanía, especialmente para el despilfarro de los fondos públicos del Congreso Nacional, que ha repartido como si fuera dinero suyo, a muchos diputados que han perdido la vergüenza al recibir fondos como regalías.
Esta directiva del Congreso Nacional pasará a la historia por haber sido dirigida por un fascista de izquierda, que de paso también resulta amelcochado en gran medida por todo ese derrumbe que le significa a los lideres de PLR la divulgación de los narcovideos. Porque, haber sido sostenido en la Presidencia del Congreso Nacional por Carlón y Mel Zelaya, lo hace ser otro monito más colgado de la rama delictiva.
Lo sentimos por los funcionarios de los organismos electorales, donde tenemos buenos y respetables amigos, que no merecieron que su investidura se realizara en una especie de encerrona, porque siendo ellos defensores de la libertad, se merecían estar bajo el resplandor de la luz. Por ellos exclamamos el siguiente lamento: ¡Oh infortunados defensores de la democracia, qué desdicha haber sido juramentados en sus cargos por un retrogrado usurpador!
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy miércoles 11 de septiembre de 2024.