El pueblo hondureño ha estado siguiendo al pie de la letra los acontecimientos relacionados con el narcoescándalo que tiene en la picota pública al Gobierno de la Presidente Xiomara Castro, luego que medios internacionales encabezados por la revista especializada Insight Crime divulgaran el narcovideo donde se registró una reunión del diputado Carlos Zelaya Rosales con varios capos hondureños del crimen organizado, tranzando una fuerte cantidad de dinero en dólares para financiar la campaña de la candidata del PLR. Como el caso no para, sino que a manera de «largo metraje» se anuncian unos 16 videos más, en los cuales se menciona a altos funcionarios del gobierno que asistieron a reuniones con personajes del mundo del narcotráfico, el pueblo se enerva cuando el gobierno se atrinchera en pose arrogante y desafiante.
Como resultado de la cadena nacional, en donde la Presidente Xiomara Castro no mostró una pizca de humildad para disculparse ante los hondureños, una vindicta pública furiosa se desató en la capital, expresándose a través de mensajes escritos en las calles y en vallas publicitarias del gobierno, mensajes con contenido agresivo, que no corresponde a la dialéctica común y que el resto de los ciudadanos observa con actitud complaciente, con lo cual comparten el reproche popular que va dirigido a la familia gobernante, igual como cuando desaprobaron la reelección.
No hay que ver lo que está sucediendo con asombro, el común de los hondureños está desilusionado con el Gobierno de Xiomara Castro y no está para aceptar disculpas ni mentiras de los altos dirigentes que se derriten en negativas sobre su vinculación con los capos. Los narcovideos son su peor enemigo, y el hecho de haber sido grabados por uno de los más altos capos del departamento de Colón, por instrucciones de la DEA, los hace testimonios irrefutables. No hay forma de negar la vinculación, todo lo filmado es real, nada de lo que se interprete de las filmaciones del «Cachiro Mayor» es superficial, porque las imágenes hablan por sí mismas, la etiología de eso que llamamos crisis es impactante. Lo que antes era puro discurso, cuentos e historias, una vez que los narcovideos son transmitidos por los noticieros de televisión llegan a la vista y conocimiento de millones de personas. No hay nada que pueda frenar o contrarrestar sus efectos.
El Gobierno de la Presidente Xiomara Castro está cercada por el escándalo, y cargar este peso sobre su espalda no le permitirá ir muy largo. Pensar que tiene posibilidad para un proyecto de largo plazo es una utopía, lo que le debe preocupar es cómo sobrevivir los meses que le faltan para cumplir su mandato, tiempo que no será muy largo, porque hasta muchos de sus parciales le empiezan a dar la espalda, lo cual es natural porque no quieren estar vinculados a un gobierno que ha estado refocilado con los capos, de los cuales ha obtenido el apoyo económico para financiar sus campañas.
El Gobierno de Xiomara Castro entró en una crisis desde que el diputado Carlos Zelaya admitió que se reunió con los capos, y la Presidente Castro, sin saber cómo atender la crisis, se precipitó a agravarla, al suspender el tratado de extradición, más con el afán maternal de proteger a los suyos, que actuando como una política que no se deja arrastrar por las emociones y los temores. Los miedos casi siempre conducen a cometer errores que terminan por erosionar el principio de autoridad. No haber tenido la humildad de disculparse con los hondureños en la cadena nacional, sino de elevar la voz altanera del rencor, hizo estallar la furia de la vindicta pública, expresando mensajes con la sorna más hiriente que un proyectil de alto calibre.
«La mitad para el comandante», una frase entresacada de la conversación sostenida por Carlos Zelaya Rosales y los capos de la droga, es una expresión que queda esculpida para la eternidad y que deberá cargar sobre su espalda Mel Zelaya. Será una enorme mancha que no podrá quitársela con nada del mundo. Los próximos narcovideos podrían ser todavía más pesados para la Presidente Xiomara Castro, sobre todo, si como ya se empezó a ver, en uno de ellos se menciona que siendo candidata, en persona, Xiomara asistió a una de esas reuniones. No cabe hablar de desmentidos, no cabe intentar eludir la responsabilidad, porque los videos tienen la particularidad que todo lo registran y no dejan que nada escape de la realidad que ha sido filmada.
Y cuando los que se saben atrapados, intentan defenderse desmintiendo lo que está registrado en la filmación, los videos proyectados en las pantallas de los noticieros de televisión pulverizan al mentiroso. Y entonces la vindicta pública más se enfurece, y más endurece sus mensajes en las calles y en las vallas publicitarias del gobierno. Si los próximos videos que se anuncian son reveladores de otras situaciones comprometedoras para los altos funcionarios del PLR, el Gobierno de la Presidente Xiomara Castro tendrá muchas dificultades para sobreponerse y deberá ir pensando que está listo para despedirse del poder.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 5 de septiembre de 2024.