
Una de las mayores ironías que nos azota en la crisis de valores que vive Honduras es que la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, que siempre era considerada uno de los grandes referentes en la vida del país, hoy está descalificada por la mala calidad que moldea a las actuales autoridades que la rectoran. El rector Odir Fernández llegó a ocupar la rectoría del alma máter de la mano del ex secretario del Congreso Nacional, Carlos Zelaya, quien hizo ostentación de su poder e influencia en la Junta Universitaria para imponer a su voluntad al licenciado Fernández en el más alto cargo del principal centro de estudios superiores.
Este modelo de imposición, un verdadero «crash» a la vida universitaria, introdujo a la Universidad Nacional en una nebulosa de descrédito, por todo lo que ha girado en la conducta política del patrocinador de Odir Fernández, lo que hace que la UNAH se desplace como otro ente manipulado por los grupos de poder que dominan todo el espectro gobernante en la actualidad. Tenemos hoy una Universidad Nacional manchada y mancillada, como nunca lo estuvo, por lo que pensar que en su situación puede asumir posiciones de liderazgo es un insulto a la comunidad nacional.
Es un desaguisado creer que la Universidad Nacional, en la actual situación de desprestigio tiene calidad moral para promover un debate en el año electoral, siendo que un debate entre candidatos que aspiran a presidir los destinos del país, es un escenario para que los ciudadanos con las más altas aspiraciones puedan acudir a desglosar sus pensamientos frente a los contendores, para que la ciudadanía pueda conocer y examinar sus capacidades y aptitudes para el desempeño de la más alta función pública. La principal causa para descalificar a la UNAH en los actuales momentos es su precaria calidad moral por el origen del nombramiento del rector Odir Fernández, por lo que su alto puesto no amerita escribirse en mayúscula, siendo que fue impuesto por un poderoso personaje de antecedentes conocidos.
Ningún aspirante político estaría en disposición de aceptar una invitación a un debate en el marco de la actual UNAH, porque de antemano se sabe de qué pata cojea el rector Odir Fernández y hacia dónde se orientaría una discusión política, sabiendo de antemano que Odir Fernández es producto del PLR y a la vez militante de este partido. Un debate en la UNAH sería comparecer al juego manipulado con el propósito de darle brillo a una institución que está por los suelos desde que el actual rector fue impuesto por la férrea voluntad del PLR, como parte de la obstinación por controlar todas las instituciones del país, incluyendo al alma máter.
No hay debate que pueda levantar el perfil de la actual Universidad Nacional de la suciedad a la que fue lanzada en el momento que el PLR impuso a Odir Fernández como rector. Y no creemos que estando la UNAH en tan malas condiciones de respetabilidad, los aspirantes presidenciales estén «ganosos» de que se le eche a una ratonera donde los gatos estarán ansiosos por devorarlos para entregar sus despojos para que sirvan de postre a la candidata del PLR. No vemos candidatos dispuestos a ofrecerse en un ambiente controlado para hacerle el juego al rector militante del PLR, para que se luzca con la dirigencia del PLR.
Los debates que se han celebrado en Honduras han guardado la seriedad del caso, quizás no hayan sido perfectos, pero por lo menos ha prevalecido el deseo de ser escenarios de la confrontación civilizada de ideas, para que el público se forme un concepto de lo que piensan hacer los políticos una vez que hayan ganado los puestos de poder donde deben tomarse las decisiones importantes. El único debate que no debe tener la atención de los aspirantes ni de la ciudadanía es el que planea organizar el rector Odir Fernández, porque de antemano se sabe que sería una encerrona para favorecer a la candidata del PLR.
La condición actual de la UNAH enluta a la comunidad académica, porque para colmo de males, ahora ve con tristeza como entre militantes del PLR planean destituir a Fernández para colocar a una profesional, que es la hija de un alto miembro del PLR. La UNAH ha sido convertida en el pastel de la discordia que hoy mantiene confrontados a altos dirigentes del PLR. En tal situación, intentar montar un debate entre aspirantes presidenciales, es como que los ratones y el gato estén de acuerdo que hay que ponerle un cascabel a la crisis engañando a los políticos y a los ciudadanos, por un lado, intentando montar un debate para quedar bien con la candidata del PLR y por el otro lado, queriendo limpiar la suciedad echándole más sucio a la pobre UNAH.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 27 de febrero de 2025.