
El resumen de la gira de la Presidente Xiomara Castro, entre La Habana, Cuba y Nueva York, le deja un saldo negativo por dos errores cruciales cometidos: primero, es haber pedido el desbloqueo comercial a Nicaragua, de un bloqueo que no existe, porque Washington no ha querido estrangular al régimen dictatorial Ortega-Murillo, quizás por cuestiones estratégicas, manteniéndole a Nicaragua todas las ventajas de los acuerdos comerciales suscritos. Y segundo, insistir en la ONU con la propuesta de la instalación de la CICIH sin dar el paso para cumplir las condiciones determinantes del organismo internacional de derogar el «Decreto de Amnistía» o «Pacto de Impunidad» y restablecer la institucionalidad en el Congreso Nacional que sigue en manos de una directiva ilegal, en condición usurpadora.
La supuesta instalación de la CICIH, es un asunto que se ha vuelto un disco rayado, un distractivo para engañar a quienes votaron en las elecciones por Xiomara Castro para Presidente de la República. Como la promesa de campaña electoral se ha vuelto incumplible para el gobierno, la desesperación cunde en LIBRE, en la medida que las encuestas refunden a Xiomara Castro en un lugar donde caen los cadáveres. El equipo asesor del Gobierno de LIBRE se ha quedado sin una pizca de imaginación para atenuar el fracaso con otro tipo de argumentos que pudieran ser más creíbles para desviar la atención. Insistir en la llegada de la CICIH con el aval de la ONU no funcionara como distractivo, porque de leguas se ve que en la ONU reciben a Xiomara Castro porque las reglas de la diplomacia internacional que se practican en la ONU demandan que en situaciones como esta se trate con una proverbial cortesía todo tipo de peticiones de los gobiernos de los países miembros.
La propuesta presentada ayer por la Presidente hondureña Xiomara Castro, la segunda para la instalación de la CICIH, no tendrá ninguna repercusión mientras el gobierno hondureño no cumpla las condiciones de la ONU, que son: derogar el «Decreto de Amnistía» o «Pacto de Impunidad», igual que devolver el Congreso Nacional al Estado de Derecho eligiendo una nueva junta directiva o restituyendo al diputado Jorge Cálix, que sigue siendo el presidente legítimo del Congreso Nacional. Estos casos son vistos, dentro y fuera del país, como dos situaciones bochornosas que nunca debieron ser contempladas como algo normal en el acontecer político hondureño.
Pero, aun hay más: EEUU ya dio señales de desaprobación al control del Poder Judicial por el Gobierno de LIBRE, al castigar en la «Lista Engel» a dos directivos del Congreso, los diputados Rasel Tome y Edgardo Casaña, por su participación directa en el asalto a la junta directiva del Congreso y en la emisión del «Decreto de Amnistía» o «Pacto de Impunidad». Estos puntos oscuros del Gobierno de LIBRE no son desconocidos en la ONU, donde no existe un espíritu consentidor con los actos de corrupción. Es sumamente significativo la declaración del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, al afirmar que es alarmante el avance del autoritarismo en América Latina, lo que es una grave amenaza a la democracia. No crean los vivos del Gobierno de LIBRE que le han tomado el pelo al secretario general de la ONU.
Si el Gobierno de Xiomara Castro quisiera cumplir la promesa electoral de instalar la CICIH, ya hubiera dado muestras de atender las condiciones de la ONU, pero pensar en esta posibilidad es como querer alcanzar un venado con siete leguas de ventaja, porque eso sería un derrumbe político de LIBRE que no le permitiría conseguir su objetivo de perpetuarse en el poder. Sabiendo que no cumplir con las condiciones exigidas por la ONU, hará imposible instalar la CICIH en Honduras, la reiteración de estas gestiones, que son de puro formalismo, es una maniobra truculenta del gobierno para engañar a los hondureños, repitiendo una y otra vez que se hace la petición en la ONU, lo cual suena como un disco rayado. Sin duda que, la presentación de la propuesta por segunda vez es una manera burda de desviar la atención del pueblo.
Los hondureños tendríamos que ser extremadamente ingenuos para creer que la ONU está dispuesta a hundirse, aceptando hacerle un favor a un gobierno que le miente a todo un país, repitiendo hasta la saciedad que, con solo presentar propuesta tras propuesta, para pedir la instalación de la CICIH, el organismo internacional vendrá a la carrera a hacer causa común con la corrupción hondureña.
Porque ya lo dijo el secretario general de la ONU, es alarmante el avance del autoritarismo en América Latina y el Gobierno de LIBRE en Honduras es parte del contexto autoritario. Y a estas alturas, en la ONU ya sabrán cuan largo es el Gobierno de Xiomara Castro, que sin cumplir las condiciones sine qua non, le quiere hacer creer a los hondureños que la ONU está loca por instalar la CICIH para favorecer a un gobierno que comenzó su gestión en un marco de corrupción nunca antes visto en Honduras.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 19 de septiembre de 2023.