
La frase inmortal de Julio Cesar, cruzar el Rubicón, corresponde a la gesta heroica de cruzar el río Rubicón, una declaración de guerra en la que no hay reversa posible, porque supone que todo lo que queda por hacer esta por delante, y que, solo queda navegar sin detenerse hasta obtener la victoria. Esto equivale haber logrado la declaración de las Elecciones Primarias, porque, aunque algunos creen que estas solo eran «simples Elecciones Internas», para el PLR equivalía a dejar plantado el sello de que, una victoria rotunda en estas primarias marcaba un triunfo anticipado en las Elecciones Generales de noviembre. Así que, no haber cosechado ese objetivo, donde el PLR puso toda la carne al asador para apachurrar tanto a nacionalistas como a liberales, le deja al alto mando del partido gobernante el agrio sabor de la derrota.
El PLR quemó el último cartucho hasta las últimas horas de la noche del lunes, cuando decenas de «colectivistas del PLR» llegaron a las instalaciones del Centro Logístico Electoral en el INFOP, en el instante que el pleno del CNE estaba a punto de comenzar la grabación del mensaje de la declaración, donde los concejales darían a conocer los resultados. La acción malhechora de los colectivistas del PLR fue enfrentada en forma valiente por militantes liberales y nacionalistas que impidieron que la grabación fuera interrumpida. La declaratoria de las elecciones se transmitió en cadena nacional este martes a las 8 de la mañana y a partir de ese momento es que se considera que los hondureños ganamos otra batalla democrática, porque al haber candidatos nada ni nadie puede impedir las Elecciones Generales de noviembre.
El alto mando del PLR intento de todo para malbaratar el proceso electoral primario, desde boicotear el proceso, hasta disuadir a los electores de la oposición para que no pudieran votar, mediante el ocultamiento de las urnas, hasta poner en práctica acciones dilatorias que impidiera el conteo de las actas en el tiempo estipulado, hasta sabotear la grabación del mensaje declaratorio final. De todo hizo el PLR, y nada le salió, porque estando la sociedad hondureña consciente de que el poder de la ciudadanía es más fuerte que el de cualquier gobierno autoritario, el gobierno solo podrá salirse con la suya si la sociedad se lo permite.
Así que, igual que Julio Cesar, podemos decir «hemos cruzado el Rubicón» por lo que nada ni nadie podrá detener al pueblo hondureño para elegir un nuevo gobierno en noviembre 2025. Le queda a los partidos de oposición leer correctamente los escenarios, como corresponde a los políticos inteligentes, porque la lucha esta vez no es contra un partido sino contra un proyecto ideológico que trata de imponer un orden basado en la doctrina del Foro de Sao Paolo, guiado en el esquema del «Socialismo del Siglo XXI» que responde a la práctica del marxismo internacional, una concepción puramente ideológica que se contrapone a la democracia, sistema que se ubica en la plenitud de las libertades.
Para el PLR (Partido Libertad y Refundación), que los sectores democráticos hondureños representados en el CNE por las concejales Cossette López y Ana Paola Hall, hayan podido salir avante en el cumplimiento de su responsabilidad, es un varapalo, un traspiés amargo, porque tanto liberales como nacionalistas tienen la gran oportunidad de formar una coalición de manera espontánea, en que el líder que obtenga los mayores niveles de aceptación podrá recibir el apoyo de ambas fuerzas políticas para catapultarse a la conquista del poder y evitar el arraigo de un partido antidemocrático que busca afincarse en el poder a perpetuidad.
Después del rugido democrático del 9 de marzo, cuando los electores indignados por el ardid del PLR y un sector de las FFAA, que se negaban a colocar las urnas en los centros de votación de la capital y el Valle de Sula, los más sorprendidos fueron los altos dirigentes del PLR, porque no contaban que el gran electorado democrático no estaba dispuesto a que le robaran el derecho a votar, manteniéndose en los centros de votación, aguardando por las urnas hasta por 12 horas, lo cual ha merecido la admiración del mundo entero, al ver a un pueblo indignado aferrándose a su centro de votación.
Pasado ese angustioso momento, y habiéndose contado las actas y transmitida la declaratoria de los resultados en cadena nacional, podemos decir, igual que Julio Cesar, «alea jacta est… la suerte está echada, hemos cruzado el Rubicón», lo que supone que a los hondureños nadie nos detendrá para acudir en masa a las urnas en noviembre próximo, a elegir a un nuevo Gobierno de la República, con el que consolidaremos nuestra democracia liberal, evitando que el PLR de tendencia fascista nos imponga el hacha de decapitar, como lo ha logrado el chavismo en Venezuela.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 8 de abril de 2025.