Los líderes de LIBRE, en su obsesión de ver a China como un aliado un salvador ideológico, más que como un aliado económico, están tirando las campanas al vuelo con el tratado de libre comercio con el gigante asiático, que en la primera revisión, a ojo de buen cubero, es un tratado desventajoso para Honduras, que como país pequeño e inferior en todo sentido, llevamos las de perder, pues mientras el gigante chino penetra los pequeños mercados hondureños, nuestros exportadores apenas exportan el mínimo, porque China en su inmensa capacidad, que es una superproducción, lo produce todo en grandes cantidades, de allí que lo que le podamos vender a China son pequeñas migas en relación con lo abultado de sus exportaciones a Honduras.
Con un gigante del tamaño de China, un país pequeño como el nuestro no tiene oportunidades de generar un superávit comercial, ni siquiera tener un trato que fuera correspondiente y justo en el sentido de poderles vender nuestros principales productos de exportación que son aquellos que genera nuestra agroindustria como, el camarón, el melón y el café, porque China los produce en grandes cantidades. En base a ese tratado, muchas pequeñas y medianas empresas hondureñas resultaran afectadas y posiblemente deberán cerrar operaciones.
China es la segunda potencia económica del mundo, y toda su esperanza donde apuesta superar a EEUU, la basa en tener relaciones comerciales con los países latinoamericanos, entre ellos el nuestro, con una estrategia muy bien definida y ejecutada con ambición y determinación. Los dirigentes chinos calculan que con su plan, en unos 50 años estarán posesionados de los países del continente americano debido a la miopía de los políticos estadounidenses, que se han dedicado a seguir dominando el Pacífico, mientras China les come el mandado en América Latina. En todos estos cien años anteriores China ha vivido lo que los propios chinos llaman «el siglo de la humillación» como resultado de la injerencia de las potencias occidentales.
Ahora están en plena recuperación a través del socialismo, y como este modelo ha ganado terreno en América Latina, China avanza ambiciosamente al encontrar aliados como el Gobierno de LIBRE en Honduras, que por razón ideológica prefiere entregar nuestro país al gigante asiático a cambio de poco o nada, en función de distanciarse del enemigo imperialista yanki que es EEUU; en consecuencia, es imprescindible que los hondureños interpretemos bien este tratado de libre comercio, que no nos servirá para apuntalar nuestro crecimiento económico, sino que por el contrario, en cada trato comercial con China, Honduras saldrá perdiendo.
Esta situación la vio el gobierno de Costa Rica, por lo que rápidamente cambió de rumbo y salió a buscar otros tratos más convenientes con otros países del continente asiático, para no tener a China como un socio imprescindible. Históricamente, el eje de nuestra política exterior ha sido siempre EEUU, país que nos favorece en el comercio, en los créditos y en hospedar a una emigración hondureña que sostiene en gran parte la economía hondureña con sus remesas.
El Gobierno de LIBRE en su afán puramente ideológico quiere poner a China como el nuevo centro de gravedad de la Tierra, pero al Gobierno de LIBRE no le interesan mucho los flujos comerciales, le importa que con los lazos políticos con China se siente más a gusto que con EEUU, por lo que pronto podríamos estar involucrados en las crecientes tensiones militares en la pugna por la hegemonía aeronaval entre EEUU y China, que es donde China necesita contar con países que le apoyen en un eventual conflicto que para algunos expertos, es inevitable.
Por ello, para Honduras resultaría una tragedia geopolítica que el Gobierno de LIBRE se entregue a China, debilitando nuestra economía a través de tratados de libre comercio que no nos dejaran ganancias sino perdidas como ya las empezamos a tener una vez que nuestros productores no pueden exportar sus productos a Taiwán, recibiendo el primer golpe de China, que pone precios bajísimos a los pocos productos hondureños como el camarón y el melón.
Con una política entreguista en favor de China como la que sigue el Gobierno de LIBRE, China seguirá su camino sin encontrar limites, porque en Centroamérica solo Costa Rica, al revisar los tratos con el gigante asiático, tuvo las agallas de salirse de la trampa china para abrir mercados en los demas países asiáticos.
Mientras en Honduras, como estamos viendo a través del TLC con el gigante chino, seguirá aumentando la influencia de China Continental, una influencia que tiene poco que ver con la democracia y la libertad, mucho menos interesarse que países como Honduras crezcan y se desarrollen. Esta es una interpretación objetiva respecto a los intereses de China sobre Honduras.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy lunes 27 de mayo de 2024.