EL PUEBLO SE ENFRENTA AL LEVIATÁN

La segunda manifestación popular escenificada el sábado por miles de hondureños de todos los sectores y estratos de la capital, es un caso perfectamente comparable al de una sociedad que no acepta ser devorada por el Leviatán, el monstruo marino de la mitología fenicia, que es citado en la Biblia como el símbolo de las potencias del mal. La marcha que en todo su desplazamiento fue eminentemente pacifica, es un mensaje del pueblo hondureño al Gobierno de LIBRE, que actúa como el todopoderoso malvado Leviatán, que los hondureños no aceptan que el gobierno siga abusando, pasándose por encima de la Constitución para destruir el Estado de Derecho.

Las marchas, como la que se desarrolló el martes, están amparadas en el artículo 3 de la Constitución de la Republica cuando una autoridad usurpa funciones públicas, como sucede con la ilegal directiva del Congreso Nacional, que actúa con la arrogancia propia del usurpador que cree que entre más abusa más atemoriza a la población. La forma desquiciada con la que actúa el diputado Luis Redondo y sus compinches que le acompañan en su fechoría anticonstitucional, pretendiendo hacer piltrafa de nuestra carta magna, amerita este tipo de manifestaciones en defensa del orden institucional. En este caso el artículo 3 de nuestra Constitución contempla el derecho a la insurrección, un concepto que tiene implicaciones mayores, porque una insurrección no se libra con gritos sino con armas, pero el pueblo hondureño está actuando de una forma pacífica, aunque los grupos de LIBRE acuden a la violencia, como lo demostraron el sábado al agredir a un vehículo con arma de fuego.

El pueblo hondureño concurre a estas marchas dispuesto a enfrentar al gobierno que es todo un Leviatán buscando provocar el miedo continuo en la población, sin dar señales de cumplir sus promesas de campaña en las que prometió combatir la pobreza y el desempleo, haciendo todo lo contrario en las medidas de gobierno, con las que se ha aumentado el desempleo y la pobreza. El empeño de crear más pobres, basados en la teoría fascista de Fidel Castro y Hugo Chávez de que los pobres son los que votan por los populistas de su clase, termina por crear condiciones desoladoras en los países donde se han entronizado, como sucede en Cuba y Venezuela, donde las personas huyen a como dé lugar, prefiriendo morir en el trayecto a morirse en sus países donde no hay ninguna clase de esperanza.

Los reclamos de los manifestantes estuvieron desprovistos de amenazas y sin violencia, pidieron a la Presidente Xiomara Castro que asuma la dirección del gobierno, que no permita que otras personas tomen tan malas decisiones que son las que han aumentado las condiciones de pobreza, que cada vez son más agobiantes en contra del bienestar de los hondureños. Los gritos de los manifestantes estuvieron encaminados a pedir al gobierno que rectifique, los reclamos más estridentes fueron contra el pernicioso diputado Luis Redondo, ilegal y usurpador de la presidencia del Congreso Nacional. En los reclamos de la mayoría de los manifestantes no se dijo nada que no estuviera basado en la realidad. 

Mayormente las personas se quejaron de los abusos del gobierno, repudiaron la conducta abyecta y vil del ilegal presidente del Congreso, Luis Redondo y reclamaron por todo aquello que no ha hecho el gobierno, sobre todo las personas señalaron la incapacidad de las autoridades por no poder enfrentar la violencia real que persiste en los cuatro puntos cardinales del país, que nos hace ver como un país en estado de guerra por las cifras mortales que arroja la violencia cada día, mientras el ministro de Seguridad y el comandante de la Policía no tienen un ápice de vergüenza, al ufanarse de lograr periodos sin hechos violentos, algo que solo existe en su deformada imaginación.

La segunda marcha pacífica escenificada el sábado, todavía no representa una insurrección como lo permite el artículo 3 de la Constitución, apenas son reclamos de carácter cívico de un pueblo que está dando muestras de hartazgo de tanto abuso, cometido especialmente en el Congreso Nacional, pero las pasiones van creciendo cuando la población no ve el ánimo de rectificación en las autoridades que gobiernan, y en los que detentan el poder, como es el caso de la ilegal y usurpadora directiva del Congreso Nacional.

Con la segunda manifestación del sábado, los hondureños demuestran que se inclinan hacia la paz, pero no es por temor, sino por mantener la esperanza de que el gobierno rectifique y que los ilegales directivos del Congreso entiendan que, si bien ahora las manifestaciones solo consisten en reclamos, los ánimos pueden cambiar de persistir los abusos que ha estado cometiendo el diputado Luis Redondo, desde su inaceptable condición de ilegal y usurpador. El sábado el pueblo dio muestras que no le teme al Leviatán y que está dispuesto a enfrentarlo para no permitirle más abusos.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy lunes 13 de noviembre de 2023.