Estamos en plena carrera electoral que nos llevará dentro de dos semanas a las urnas para elegir a los candidatos en todos los niveles de los tres partidos políticos. Una gran parte de los ciudadanos no comprende la importancia de las elecciones primarias, incluso nos asombra que algunos líderes políticos experimentados las consideren elecciones sin importancia, porque dicen que «solo son las elecciones internas de los partidos» como si la tarea de elegir a los mejores candidatos es algo insignificante. Es en las Primarias donde los hondureños debemos elegir a los candidatos que se disputaran la dirección del país en las elecciones de noviembre. Si en las Primarias, los ciudadanos eligen a los peores candidatos, la suerte de Honduras estará de nuevo en manos de la lacra política, sin esperanzas de que el país pueda ser encausado por la ruta del desarrollo y del progreso.
Decía hace algunos años Paul Valéry, que es impresionante que la gente solo se tape la cara con ambas manos cuando se da cuenta de los malos desempeños de los políticos, especialmente cuando son investigados y se les comprueban malos manejos de los recursos públicos, que es lo que generalmente acontece en Honduras, demostrando la horrible facilidad de destruir, si a esta palabra también la podemos denominar «saquear y robar».
Pero, cualquier cosa que se trate de sustracción y robo se queda pequeña, cuando se pasa a la palabra fraude, porque esto ya tiene otra dimensión. Los hondureños tenemos una gran memoria para olvidar, sobre todo ahora que vivimos bajo el «shock» de la inteligencia artificial, cuando Harari nos anticipa que pronto los seres humanos seremos sustituidos por los robots, que nos reemplazaran en todas las actividades de la vida, incluso en la cuestión sexual, pero los hondureños que vivimos fuera de este mundo sofisticado de la ciencia, ni siquiera nos damos cuenta de la capacidad que tiene «la nube», ese artificio milagroso de la inteligencia artificial que lo puede hacer casi todo, incluso sustituir las cosas por otras de una forma inimaginable.
Pues, resulta que en el programa político «El Hormiguero», que dirige el colega Gelsyn Bonilla, el domingo reciente, el aspirante a diputado por el Partido Liberal, Dennis Castro Bobadilla, soltó una denuncia que no puede pasar inadvertida. Castro Bobadilla dijo que tiene conocimiento que en el partido gobernante se está instrumentalizando una «nube especial» desde la cual se podrán operar cambios en los resultados electorales en las Primarias que habrán de realizarse el próximo 9 de marzo. Esto es una bomba, porque a dos semanas de las Elecciones Primarias, que el partido de gobierno implemente una «nube» desde la cual se pueda direccionar resultados a placer, se podría entender que el PLR quiere decidir desde ahora quiénes son los adversarios a los que prefiere enfrentarse en las Elecciones Generales de noviembre. A esto, asalta una pregunta llena de inquietud: ¿es posible hacer un fraude electoral a través de uno de los más poderosos artificios de la inteligencia artificial como es «la nube»?
Hemos consultado con dos amigos que son ingenieros en el vasto campo de la informática y su respuesta ha sido categórica: si se puede, y además con mucha facilidad. Esto quiere decir que por «la nube» se pueden trastocar las cifras en todo sentido, de manera que quien tenga menos votos del electorado puede resultar al final como el más «votado» y viceversa. Según el doctor Dennis Castro Bobadilla, que demostró mucha firmeza al formular la denuncia, «la nube» es un aparato de inteligencia artificial muy costoso, pero como es el partido de gobierno quien la implementa, no tiene problemas para contratar a los mejores ingenieros para hacer este trabajo.
Estamos ante el miedo del fraude otra vez, porque antes, fue el PLR el que propagó que el PN estaba montando un fraude para ganar las elecciones, aunque al final los nacionalistas fueron los derrotados y el PLR en alianza ganó el poder. Hoy, la cosa es al revés, es al PLR a quien acusan de estar fraguando un fraude apoyado en la tecnología. Esta denuncia del candidato a diputado liberal Dennis Castro Bobadilla no debe quedar en la indiferencia, como una charada más que corre en los mentideros de la política. Los partidos de oposición y los organismos politicos como el CNE y el TJE, deben proceder a una investigación, pidiendo a Castro Bobadilla que proporcione los indicios de cómo el PLR puede estar montando una nube para implementar un fraude que al final burle la voluntad del electorado, con el propósito de mantenerse en el poder.
Un fraude a través de «la nube» es aterrador, porque el partido politico que disponga de este instrumento tendrá capacidad para decidir quién debe ganar y quién perderá, es decir, si a través de la nube se puede destruir la seguridad del Consejo Nacional de Elecciones, lo que habrá en marzo y noviembre serán elecciones «a la carta» donde el que tenga a su disposición el control de «la nube» podrá decidir cómo quedarán las elecciones, desconociendo la voluntad de los electores, que quedarán burlados por ese poderoso instrumento de la inteligencia artificial que tiene capacidad sobrenatural para imponerse al centro de cómputo del CNE.
Frente a «la nube», entonces, no habrá la posibilidad de tener elecciones limpias y transparentes, porque la inteligencia artificial será la que nos imponga la voluntad de quién debe permanecer en el poder. Si la denuncia del diputado Dennis Castro Bobadilla está basada en una fuente calificada, hay que exigir al TJE y al CNE que empiecen a rastrear en el firmamento virtual la posibilidad de «esa nube» artificiosa con poder para distorsionar el resultado de las elecciones, comenzando con las Primarias como una especie de calistenia, una breve gimnasia para estar en forma en las Elecciones Generales de noviembre próximo. Como lo denunciado por Castro Bobadilla pareciera no tener la intención de armar un alboroto para ganar notoriedad política, lo que procede es investigar si la nube es un instrumento de fraude que barrerá con los resultados electorales originales.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy lunes 24 de febrero de 2025.