Como lo anticipamos la semana pasada, con el nacimiento del Bloque de Oposición Ciudadana ha surgido un gigante democrático. El sábado anterior, el gigante rugió a través de una multitud de hondureños que se desplazaron en el bulevar Suyapa, el más transitado de la capital hondureña, en una manifestación multitudinaria que tuvo mucha calidad democrática, distinta a las grullas vandálicas que queman llantas, pintarrajean las paredes y rompen vidrios. La multitud llego hasta Casa Presidencial, se limitó a expresar su descontento contra el gobierno de Xiomara Castro, sin observar el mínimo ataque incivilizado ni mucho menos acometer contra los portones de la sede del gobierno.
El denominador común de la multitud fue manifestarle al gobierno la inconformidad con su mal tratamiento a los asuntos de país, el estilo arbitrario que le ha caracterizado desde que asumió las riendas del Estado y el brutal desconocimiento de las leyes, lo cual lo lleva a actuar constantemente al margen de la Constitución, adoptando una práctica circense y burlista, que lo retrata en toda la dimensión esperpéntica como un gobierno que no toma con seriedad su papel de administrador, por lo que lejos de gobernar, desgobierna los delicados asuntos de nuestro país.
La multitud congregada en las calles de la capital llego hasta la avenida donde está el Centro Cívico y la Casa Presidencial. Es la primera vez que el Gobierno de Xiomara Castro siente la inmensa presión popular de la oposición en sus barbas. Pero, lo del sábado solo fue una prueba, porque al pueblo le gusta hacerse sentir para mostrar su desacuerdo cuando un gobierno no responde a los intereses nacionales. Es posible que muy pronto las calles se conviertan en el escenario de la oposición. En el panorama nacional ya huelen los preparativos de una marcha similar a la del sábado, anunciada por el precandidato liberal sureño Quintín Soriano, líder de carácter fuerte, que no conoce ni guarda ninguna reserva por el temor. Y muy pronto, en la costa norte, el mismo Salvador Nasralla anuncia otra manifestación que podría estar al mismo nivel o mayor de lo ocurrido el sábado.
La oposición ya saboreo el sábado la gloria de la calle, de donde ahora nadie la sacara. El Gobierno de LIBRE intento por todos los medios boicotear la marcha, hizo hasta lo indebido que solo hacen los gobiernos autoritarios, usó la policía y al Instituto del Transporte para impedir que muchos buses que traían personas a la marcha, llegaran a la capital, pero a pesar del boicot del gobierno, nada detuvo a la gente, como nada puede detener a las multitudes. La multitud del sábado fue aplastante, tanto que los colectivos de LIBRE, caracterizados por la violencia, no se atrevieron a salir al paso de las miles y miles de personas que desfilaban gritando consignas contra el gobierno.
La marcha no fue la medición de fuerza de un solo partido, en esta marcha participaron personas de todos los partidos, y organizaciones sociales y de sociedad civil, incluso muchos no ocultaron su militancia con LIBRE, pero que ahora forman parte del ejército de decepcionados, al ver como el Gobierno de LIBRE ha sido copado por la familia presidencial y las familias de los funcionarios más influyentes de LIBRE, igual que muchos profesionales del partido gobernante que resienten el monopolio bochornoso que ha hecho del Gobierno la familia Zelaya Castro.
En la marcha también hubo muchos liberales, que si bien no portaron la bandera partidaria fue por el respeto de no convertir el evento en la expresión de un determinado partido, porque el Bloque de Oposición está cuidando que ningún partido se apropie de las actividades. El Bloque de Oposición Ciudadana es el inicio de una coalición que tomara forma en su debido momento.
La medida del Consejo Central Ejecutivo del PL, de no apoyar la marcha, ha sido aplaudida por unos pero cuestionada por otros liberales, porque si se piensa que el líder de la Coalición Política de Oposición podría ser un aspirante liberal, este partido debe ganarse ese derecho, aportando y no restando a los esfuerzos de la oposición. Por ahora, lo incuestionable es que la marcha del sábado fue la genuina expresión del pueblo hondureño, una concentración variopinta donde habían hondureños de los diferentes partidos y sectores de la sociedad.
Fue la auténtica rebelión de las multitudes hondureñas que están decepcionadas del Gobierno de LIBRE que preside Xiomara Castro, que en sus 20 meses de administración, ha brillado por una incapacidad terrible que tiene paralizada la economía, anunciando logros fantasmas que no se ven por ningún lado, pregonando una serie de mentiras como las que expreso la presidente del Banco Central, Rebeca Santos, en SPS, donde sin el mínimo pudor hizo alarde de éxitos económicos que no se ven por ningún lado.
La presente crisis a la que nos ha llevado el Gobierno de Xiomara Castro nos ha colocado en una situación extrema en la que las recetas del gobierno profundizan la pobreza, por lo que no se trata de una crisis corriente, de las que se sale con el recorrido habitual, porque esta crisis no solo es económica, principalmente es moral, porque un gobierno que hace de la violación a la Constitución y demas leyes su quehacer diario, ante todo es un desgobierno o un gobierno amoral e inmoral a la vez.
La multitud convocada por el Bloque de Oposición apenas es el comienzo, eso sí, un comienzo que no deja dudas que en las próximas elecciones la tendencia no será la individualización, sino la Coalición. Porque LIBRE desde ahora debe saber que en el 2025 deberá enfrentar a una Coalición de Oposición Ciudadana.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy lunes 21 de agosto de 2023.