Está resultando paradójico en Honduras celebrar el «1 de Mayo» como la fecha consagrada al trabajo o al trabajador, porque ambos casos se funden en la desesperación de miles de hondureños que hoy no tienen un puesto de trabajo, sea porque perdieron el empleo en los últimos años o porque no han podido encontrar una plaza, especialmente los jóvenes que se graduaron recientemente con la esperanza de que al recibir su título se les abrían las puertas de las oportunidades laborales.
La realidad laboral en Honduras cada vez se va volviendo más estrecha, al grado que hoy más de 2.3 millones de hondureños están desempleados, realizando labores informales para poder obtener ingresos para sostenerse. La culpa no cae del todo en el Gobierno de Xiomara Castro, porque las políticas de generación de empleo no han estado en la agenda de los últimos tres gobiernos, lo que sí es responsabilidad de la presente administración es el agravamiento de la situación por la posición errática del coordinador del gobierno, Mel Zelaya, al mantener una postura anti empresarial que trabaja en contra de la economía del país, porque al declarar al empresariado como enemigos de Honduras, atemoriza a los inversionistas nacionales y extranjeros. Ningún empresario arriesgará su capital en un país donde el gobernante califica de enemigos a los inversionistas.
La misma clase trabajadora que sufre en carne propia los efectos del desempleo no tiene aliento para salir a festejar el «Primero de Mayo», y hoy se pudo comprobar con la raquítica asistencia a la tradicional marcha que lució descolorida por la falta de calor popular. Mel Zelaya y la Presidente Xiomara Castro fallaron al pretender convertir la manifestación obrera en un mitin político del Gobierno de LIBRE. La multitud que esperaban apenas llegó a una mediana marcha de militantes de LIBRE y empleados de gobierno.
Los cuestionamientos estuvieron dirigidos en rótulos con protestas por el desempleo, lo más simpático fue una valla donde un letrero cargado de ironía decía que los afortunados con buenos empleos son los miembros de la familia Zelaya, el «familión» como se le conoce popularmente. Algunos asistentes notaron desmejorado a Mel Zelaya, que fuera de su costumbre, pronunció un discurso tan pobre como apagado. Creo que más que pensar en una razón física o de salud, fue porque el propio Mel se sintió desmotivado al ver la escasa concurrencia a la marcha, en la cual él y la Presidente Xiomara Castro, le apostaron con una convocatoria que tuvo profusa divulgación. Por lo tanto, no podía esperarse una multitud de trabajadores entusiasmados, porque el desempleo y la pobreza agobian los hogares de miles de hondureños, y la causa se la atribuyen a las políticas del gobierno, dirigidas a estrangular la economía, con lo que los empresarios no se sienten animados a invertir.
La lógica estereotipada de dirigentes de izquierda como la de Carlos H. Reyes, de que los empresarios crean empresas no para generar empleos sino para ganar dinero, es la monserga gastada de la izquierda petrificada que choca con la de un verdadero dirigente de izquierda, el presidente uruguayo «Pepe» Mujica, quien declaró que «hay que ser inteligente, hay que incentivar a los empresarios para que abran más empleos y obtengan más ganancias, porque entre más ganan, estos pagan más impuestos, que el gobierno debe aprender a utilizar en bienestar del pueblo. Carlos H. Reyes debería saberlo porque es copropietario de una popular repostería donde seguro obtiene buenas utilidades, con las cuales puede pagar el salario del personal. En economía, los conceptos «generar empleo y ganar dinero» son términos correlativos. Cuando se crea una empresa es con el fin de obtener ganancias, pero para eso, antes se requiere contratar buen personal. Esto es economía positiva.
Aquí, por desgracia, los dirigentes de izquierda siguen la huella de Nicolas Maduro y de los lideres comunistas cubanos, que son expertos en profundizar la pobreza, haciendo que millones de venezolanos y cubanos prefieran arriesgarse lanzándose al mar o haciendo travesías de miles de kilómetros para alcanzar el sueño dorado en EEUU. Hoy aconteció algo singular, cuando un grupo de trabajadores, en medio de la manifestación le prendió fuego a un monigote con la figura de la Presidente Xiomara Castro, señal inequívoca que no todos en la marcha andaban en actitud de apoyo a la gobernante.
LIBRE se enreda en sus propias telarañas cuando deja en manos de Mel Zelaya una prédica tan enmarañada como desfasada, al expresar que «hay que vencer al fascismo, al golpismo y al capitalismo, para que Honduras no tenga el peor modelo económico». Pero parece no darse cuenta que el peor modelo económico es el que está practicando el Gobierno de doña Xiomara, porque no hay otro peor que aquel que estrangula la economía por medio de medidas que reducen la efectividad de las empresas, solo porque al Gobierno socialista de LIBRE se le ha metido entre ceja y ceja que fundar una empresa para obtener ganancias es un pecado y un delito. ¡Nunca antes los hondureños habíamos tenido un gobierno tan disparatado!
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy miércoles 1 de mayo de 2024.