EL BIEN PAGADO

Si de algo no puede vanagloriarse el Gobierno de la Presidente Xiomara Castro es de austeridad, porque hay un derroche en materia salarial que espanta. En este gobierno todos los funcionarios de menor categoría de la Presidencia de la República devengan mejores salarios que la Presidente Xiomara Castro. El ultimo funcionario que demuestra no tener fidelidad con la jefa de gobierno es el director del IHSS, Dr. Gaspar Rodríguez, quien no tuvo empacho en aumentarse más de 60 mil lempiras a su salario mensual, con lo que, ahora devenga más de 250 mil lempiras mensuales. En este Gobierno de LIBRE todos los funcionarios se consideran mártires y eso se lo cobran con el privilegio de incrementarse los salarios en niveles que constituyen un insulto al pueblo hondureño.

El director del Seguro Social quiso explicar su abuso con una truhanada, diciendo que el jugoso incremento es para el puesto y no para él, lo cual, por supuesto, es una explicación estúpida del funcionario que por lo visto perdió la sensibilidad social que debe caracterizar a un profesional consciente, que está al frente de una institución que hoy es una vergüenza para el sistema de salud. Cuando una persona asume un cargo público como la dirección del IHSS, donde la obligación por excelencia es servir a los hondureños de escasos recursos que procuran atención para su salud, debe tener por entendido el deber ético y moral de saber que preside una institución cuyo carácter es contribuir a que las personas reciban el cuidado para su salud.

El actual director del Seguro Social, Dr. Gaspar Rodríguez, actúa a la inversa, se receto un soberbio aumento salarial, pero se olvido de mejorar la atención de los derechohabientes. Es el funcionario público bien pagado pero el más desentendido de su responsabilidad; no se inmuta por las extensas colas de personas que todos los días ansían obtener una cita para ser atendidos en el Seguro Social, y como el Dr. Rodríguez esta en la órbita de los privilegiados del Partido LIBRE, acabo siendo el director de una entidad que ha sido uno de los colchones sociales más importantes, idealizado como uno de los grandes logros del gobierno liberal de Villeda Morales, del que tanto se enorgullecían los hondureños.

Caer en las manos del actual director ha significado para el Seguro Social una caída en cuanto a eficiencia, porque según parece el Dr. Rodríguez no conoce la materia que le fue asignada por el gobierno, de manera que su nombramiento fue un premio mal otorgado en perjuicio de los millares de derechohabientes que ahora sufren la deficiente atención. Es relevante recordar, que aun en la época de Mario Zelaya, célebremente triste por el desmadre financiero que se hizo en el Seguro Social, la entidad respondía atendiendo a los derechohabientes, no recordamos haber visto las colas groseras de miles de personas como se ven hoy, aguardando bajo la inclemencia del sol por muchas horas por una cita que le dará oportunidad de ser atendido dentro de tres y cuatro meses.

No hay oportunidad para cuidar la salud con este Seguro Social tan descalabrado que preside el Dr. Gaspar Rodríguez del Partido LIBRE, y por lo que se ve, de nuevo esta importante institución que debe velar por la salud de los hondureños fue entregado como un botín político a un sector de LIBRE, ni más ni menos como cuando en un gobierno del Partido Nacional el IHSS se le entrego a un sector con derecho al saqueo. El Partido LIBRE entonces no se diferencia de las administraciones anteriores que tanto criticaron. 

El Seguro Social es merecedor de mejor suerte, porque como solución es lo mejor que hasta ahora crearon los políticos hace varias décadas. Incluso es recomendable que en el Congreso Nacional se revise la actual situación del Seguro Social, para tomar medidas que faciliten que aquellas empresas que durante la pandemia quedaron imposibilitadas de cotizar a la institución, se les haga planes de pagos que les permita reinsertar a sus empleados en el sistema de atenciones. Pero, también es justo que el Seguro Social salga del marasmo al que lo han llevado los políticos en la última década, que es cuando el Seguro Social perdió su capacidad de atención médica, acusando una total incapacidad para dotar de los medicamentos recomendados a los derechohabientes.  

Es urgente que el Seguro Social sea sometido a una intervención, tanto dentro como desde afuera. En su interior, nombrando a personal que no llegue a recetarse con la cuchara grande, salarios de ricos. Desde afuera, en el Congreso Nacional, legislando algunas medidas que permitan que el Seguro Social se capitalice recuperando moras en que han incurrido muchas empresas que sufrieron penalidades durante la pandemia. Porque el Seguro Social no es un botín político para los partidos, es un importante colchón social que debe seguir trabajando en pro de la salud de los hondureños.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 10 de octubre de 2023.