ECONOMÍA, DERECHO Y SEXO

Quiero pedir disculpas al estimado público por anunciar un tema sugestivo del cual no pretendo hablar, pero al cual recurro solo para llamar la atención, porque si lo titulara «otro préstamo inservible del FMI para el gobierno», es casi seguro que muy pocas personas le pondrían atención, además, porque establecer la relación entre economía, Derecho y sexo no es algo que pueda manejar con mucho conocimiento. En cambio, como ciudadano, como periodista y como profesional del Derecho, puedo afirmar categóricamente que un préstamo por 170 millones de dólares para costear un estudio de transparencia fiscal, es otra suma que se encarama a la montaña de deudas que cargamos sobre nuestras espaldas los contribuyentes, porque al final de cuentas, todos estos desmanes financieros de nuestros gobernantes se pagan con los impuestos que cada día nos encarecen la vida a los contribuyentes.

Sin duda que a los ciudadanos nos interesa saber cómo malgastan los impuestos los gobernantes, pero ningún gobierno cumple con el deber de informarnos como se emplean los impuestos, pero por los pobres resultados que tienen los gobiernos no hay que ser adivino para llegar a la conclusión de que gran parte de los impuestos recaudados son despilfarrados, malgastados o birlados, y en esto no podemos hacer salvedad ni excepciones porque cuando los políticos ascienden al poder se creen dueños de nuestras vidas y hasta con una autoridad extra para disponer de nuestros bienes y haberes.

Estas reflexiones nacen a raíz de un desayuno con un apreciable le economista, a la vez profesor universitario y que no tiene temor a expresar sus puntos de vista con alguna frecuencia en sus artículos y entrevistas que le hacen en los medios electrónicos. En realidad, que el FMI le otorgue al Gobierno de Xiomara Castro un préstamo por más de 170 millones de dólares para fortalecer la transparencia fiscal del país, es solo una de esas salidas que se inventan los tecnócratas del FMI, para mantener atada a Honduras a las cadenas de ese organismo financiero. Tengo la particular impresión que el FMI no le ayuda a los países empobrecidos por las enormes deudas que hace contraer a los gobiernos para atender necesidades que no conllevan al bienestar de los hondureños.

Estamos en esta posición crítica desde los años 80, cuando compartiendo oficinas de la antigua redacción de Radio América, con el recordado colega Herman Allan Padgett, nos lamentábamos desde entonces con que facilidad los gobiernos hondureños acariciaban los acuerdos con el Fondo, para lograr más prestamos que no servían para mejorar el bienestar del pueblo hondureño, pero que alegraban sobremanera a los funcionarios, por el hecho de tener más dinero fresco en la caja del erario nacional, por alguna razón demasiado comprensible.

Si nos situamos en el ámbito económico tenemos que empezar por reconocer que estamos probablemente ante uno de los momentos más críticos de la economía, del que no podremos salir cargando más deudas con el FMI, porque lo nuestro es asunto de producción deficitaria, porque no producimos lo suficiente y porque los pocos productos que nos estaba pagando muy bien el gobierno de Taiwán, ahora se le están vendiendo a precio de gallo muerto a China Continental. Es decir, la crisis económica no se arreglará asumiendo más deudas con el FMI, porque la causante es la política gubernamental de asfixiar la economía con una serie de medidas que van, desde declarar enemiga a la inversión extranjera y cortar relaciones con un país, que nos subsidiaba a través de los precios ventajosos, la compra de la producción del camarón y otros artículos.

Con Herman Allan Padgett conversábamos que la burocracia que se ha llegado a anquilosar en el FMI, cuando habla de inyecciones necesarias a una economía como la hondureña, que vive en una permanente agonía por los malos gobernantes que han estado a cargo de la dirección del país, abusa otorgando prestamos inútiles e inservibles a Honduras, como este último que sobrepasa los 175 millones de dólares, que se convierten en una deuda de 4,375 millones de lempiras que atará el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos.

Cuando vemos otra grosería del FMI, como esta, de poner en las manos del Gobierno del PLR semejante montaña de dinero para un tema tan abstracto como es la transparencia fiscal, no sabemos si reír o llorar de la cólera, al ver una vez más como el FMI, supuestamente responsable de equilibrar las economías de los países emergentes, sigue manteniendo la osadía de hundir cada vez más a nuestro país, en esa danza de préstamos que nos mantienen argollados y asfixiados desde hace muchos años. Como decía Max Weber, hay organismos con tanto poder que tienen capacidad de influir o de hundir. En esta clasificación está el FMI.

Al final tenemos que admitir que hemos hablado de economía, derecho y sexo. Porque tendríamos que convertirnos al otro lado, si aceptáramos que el FMI nos dé una nueva suspendida y lo peor, que sus tecnócratas crean que a los hondureños nos gusta, porque somos un pueblo masoquista al que le encanta que lo suspendan y por detrás.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 20 de febrero de 2025.