DESCONFIANZA EN CASCADA

La negación del gobierno de España a redireccionar un préstamo de 70 millones de euros (75 millones de dólares) para la construcción de varios hospitales, es una señal nada favorable para el Gobierno de Xiomara Castro, producto del procedimiento inadecuado para destinar los recursos a otro fin, siempre en el ramo de salud. Esto es así porque los gobiernos serios como son los gobiernos europeos y el gobierno de EEUU, no aceptan este tipo de virajes, porque, por lo general estos cambios requieren de auditorías rigurosas para evitar la corrupción. El gobierno de España aprobó la suma mencionada para construir varios hospitales pero no para redestinar los fondos a otro fin, aunque fuera en el mismo ramo de salud. Este cambio súbito no es propio de un gobierno que maneje los asuntos de Estado con seriedad, que es un problema que caracteriza al Gobierno de LIBRE, que en su tónica autoritaria cree que así como maneja los asuntos internos, de manera caprichosa y arbitraria, también lo puede hacer en las relaciones internacionales.

La confianza es clave en todos los ámbitos de un gobierno, pero en la relación con otros países es mucho más que eso, sin confianza no hay apoyo de ningún tipo, así sea que el país este hundido por una desgracia natural. Cuando nos han azotado los huracanes y nuestros gobiernos invocan la ayuda internacional, por la desconfianza que existe por los malos manejos de la cooperación que ha habido en otras ocasiones, la ayuda ofrecida tarda en llegar, hasta que se implementan los mecanismos que garanticen que toda donación ofrecida llegará a las personas que la necesita y estén seguros de que no servirá para aumentar el enriquecimiento de funcionarios deshonestos. Darle otra dirección a un préstamo es considerado muy irregular, a eso se debe que el gobierno de España en su negativa a la vez que se disculpa mantiene el apoyo para otros proyectos. 

Creemos que la desconfianza surgió cuando el gobierno de Xiomara Castro se desesperó por el largo tiempo que tardaría la ejecución de las obras, cuando ya no le servirán para acreditar logros que le abonarían en el campo electoral. Esto, por supuesto, es algo que no ven ni aceptan los países cooperantes, cuyo interés es asegurarse que sus préstamos y apoyos sirvan para beneficiar a un país y no para un objetivo político de un gobierno.

Aunque la negativa del gobierno de España pudiera parecerle intrascendente al Gobierno de Xiomara Castro, en el fondo es un golpe moral porque el «no» es un portazo que debe servirle de lección para no frenar un proceso que ya estaba adelantado, por el hecho de no disponer de los recursos para ejecutar los hospitales en un 2×3, de manera meteórica, algo que los norteamericanos y los europeos no acostumbran ni aceptan, porque si bien esos países son partidarios de una ejecución eficiente, a la vez cuidan mucho que no haya virajes súbitos que por lo general terminan enturbiando las operaciones, dando lugar a que surjan nuevos ricos en los países subdesarrollados.

Ahora bien, la desconfianza con el Gobierno de Xiomara Castro ya está sembrada en el plano internacional, por anomalías graves como la imposición de la actual directiva del Congreso Nacional, que es espuria e ilegal, cuyos actos están revestidos de ilegalidad. Extraña sobremanera que el gobierno pretenda dorarnos la píldora, haciéndonos creer que la ONU instalara la CICIH, algo que vemos muy improbable por la ilegalidad de que esta curtida la actual directiva del Congreso. Aquí podrán venir tantas misiones de la ONU pero lo hacen en el marco diplomático que es propio del organismo, que tiene el deber de cooperar con los países asociados en sus propósitos, a lo que no está obligada la ONU es a quebrantar sus propios principios entre los cuales está el no apoyar ninguna acción que se proponga un gobierno, en el marco de la ilegalidad.

El Gobierno de Xiomara Castro no retrocede en cuanto a hacernos creer que la CICIH será una promesa que cumplirá, y que tiene el apoyo de la ONU para lograrlo, pero sin el ánimo de desmentir al gobierno, creemos tener todo el derecho para pedirle a la presidente Xiomara Castro que ya es tiempo de guardar el arma de la mentira y dedicarse a sembrar confianza, mediante una gobernanza que procure el bienestar de los hondureños, que hoy tienen suficiente razón para preocuparse por la carestía que hay en el sector salud, tanto en los hospitales como en el seguro social y por el desempleo galopante que contribuye a profundizar los niveles de pobreza en nuestra población.

La negativa de España solo es la punta del iceberg de la desconfianza, pero puede venir una desconfianza en cascada cuando la ONU admita que con el estado de ilegalidad que hay en el Congreso Nacional es imposible instalar una comisión contra la corrupción y la impunidad. Y la desconfianza es peligrosa para cualquier gobierno.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 17 de octubre de 2023.