CRIMINALIZAR LA INVERSIÓN ES UN CRIMEN

Un país se desarrolla en la medida que alcanza un crecimiento económico sostenible, que solo puede lograr con una economía robusta, pero una cosa y la otra solo son posible con la inversión nacional y extranjera. Ambas se coadyuvan una a la otra, por lo que todo gobierno juicioso procura estimular la inversión. Los grandes países desarrollados han progresado en base al desarrollo comercial e industrial; para los gobiernos de esos países el reto permanente es tomar las medidas necesarias para incrementar los estímulos que es el factor atractivo para los inversionistas nacionales y extranjeros.

Hace más o menos un mes, el gobierno de Alemania tomo dos medidas sustanciales para reactivar su crecimiento económico: la primera fue incrementar los estímulos a los inversionistas y la segunda fue una notable reducción a los impuestos. La prensa alemana describió ambas medidas como la receta del gobierno alemán para salir de la crisis: menos impuestos, más estímulos a los inversionistas y menos burocracia. La economía alemana, considerada la locomotora del crecimiento europeo, está parada. Entro en recesión desde el primer trimestre de este ano, al grado que los expertos que habían previsto un crecimiento para el 2023, según los datos del FMI el PIB alemán se contraerá un 0.3 por ciento, pero esto no desanimo al gobierno del canciller alemán Olaf Scholz, como para bajar los brazos. Inmediatamente emitió leyes para reducir impuestos a la actividad empresarial, igualmente que fueron creados más estímulos a los inversionistas. Oigan que medidas adopto el gobierno alemán, bajo la responsabilidad del ministro de Hacienda, Christian Lindner, responsable de la economía alemana. Por un lado, rebajaron los niveles de impuestos y por otro, facilitaron más desgravaciones fiscales en diversas inversiones, especialmente para aquellas empresas comprometidas con la protección climática. Al año, los estímulos a las empresas alemanas en concepto de ayudas fiscales, alcanzaran unos 7 mil millones de euros, mediante una ley denominada «Ley para las oportunidades de crecimiento» con la que el gobierno alemán quiere reactivar la economía alemana.

Citamos estas medidas trascendentales adoptadas por el gobierno de Alemania, con mucha tristeza, al ver que en Honduras el Gobierno de la Presidente Xiomara Castro ha decretado una guerra irracional contra el sector empresarial hondureño, mediante ataques agresivos de funcionarios del SAR contra las empresas que han sido beneficiadas por el régimen de exoneraciones que existe en nuestro país, creadas por los gobiernos anteriores que tuvieron una preocupación congruente con la realidad del poco crecimiento económico que venía experimentando Honduras. Esos estímulos no deben ser demonizados por los funcionarios del servicio de recolección de rentas, con una actitud que choca con el interés de esa misma dependencia que debería estar dirigido a incentivar la mejoría económica de las empresas para captar más ingresos por la vía tributaria.

Pretender la destrucción del régimen de exoneraciones y estímulos a las empresas es un contrasentido que solo puede caber en la mente de los enemigos del gobierno y en las cabezas calenturientas que quieren destruir la gran base económica del país que radica en el sector empresarial. Además de ser un absurdo del tamaño del Merendón y del Picacho juntos, criminalizar las inversiones que son las generadoras de puestos de trabajo es un crimen, un atentado contra la economía hondureña, y todo aquel que atente contra la economía es enemigo del país y como tal debe ser penalizado como lo establecen las leyes.

Seguro que ninguno de los funcionarios del gobierno actual ha experimentado el sacrificio de crear una fuente de empleo, porque en su formación ideológica han sido «deformados mentalmente» para considerar a la economía como el enemigo principal de su causa política, todo porque la economía es la que propugna las libertades, cuando cada persona que logra su independencia por la ruta de la economía deja de ser dependiente del gobierno y del Estado, algo que a un partido socialista-fascista, como es LIBRE, no le conviene. A LIBRE le interesa que todos los hondureños seamos pobres y de ser posible que todos vivamos en la miseria.

El sector empresarial debe saber que mientras LIBRE tenga las riendas del Estado, el gobierno será un inmenso valladar, y sus funcionarios seguirán actuando como una horda anti empresarial. A los empresarios como siempre les tocara fajarse, buscar apoyo internacional para fortalecerse, y seguir produciendo, aunque tengan el acoso permanente del gobierno, que no cejara en hacerles la vida imposible. Pero igual que lo hizo Don Quijote al luchar contra los molinos de viento, por la tenacidad y el trabajo tesonero, los empresarios saldrán avante. El que saldrá perdiendo al final será el gobierno.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy miércoles 27 de septiembre de 2023.