El sector banano, aceite de palma y el camarón sumaron caídas en su aporte de divisas por concepto de exportaciones al mercado internacional en los primeros siete meses del 2024, confirmó el Banco Central de Honduras (BCH).
Las exportaciones de banano generaron 342.5 millones de dólares en divisas de enero a julio, un descenso de 76.9 millones (18.3%), respecto a lo vendido en ese periodo del año anterior por el orden de 419.4 millones de dólares.
Esto se debió a la disminución del volumen exportado (1,152.4 miles de cajas de 40 libras) con destino a los Estados Unidos y a un precio internacional inferior. Al respecto, el descenso en las cantidades exportadas se vincula a las afectaciones por fenómenos climáticos adversos, a una menor contratación con clientes externos y a la problemática agraria de las invasiones.
Por su parte, el precio promedio internacional de banano se ubicó en 22.59 dólares a julio de 2024, contra 25.71 dólares reportado en similar fecha de 2023, siendo menor en 12.1 por ciento.
Con relación a las exportaciones de aceite crudo de palma, estas se situaron en 186.6 millones de dólares, 61.1 millones (24.7%) menos, debido a una reducción en el volumen exportado por 66,885.4 miles de kilogramos (27.6%) principalmente a México, Países Bajos y España.
El descenso en los volúmenes exportados se asocia en parte con menores pedidos de Europa, además de la aparición de plagas como la pudrición del cogollo, afectaciones de cambio climático.
El precio promedio del aceite crudo de palma experimentó un crecimiento interanual del 4.0 por ciento durante los primeros siete meses de 2024, respaldado por una demanda sólida de India y China, así como por una disminución en la oferta; resultado de la desaceleración del crecimiento en la producción en su mayoría de Indonesia durante el primer semestre del año.
Mientras, las ventas externas de camarón cultivado sumaron 125.3 millones de dólares, presentando un declive interanual de 27.4 millones (17.9%); en términos de volumen, esto significó una baja de 4,552.2 kilogramos, originado en parte por el cierre del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Taiwán.
De igual forma, la restricción temporal en las fronteras con México a inicios del año, así como por los altos costos de los insumos utilizados en la producción, poca tecnificación y falta de líneas genéticas de alto crecimiento de la larva.