Las crecidas de los ríos han causado pérdidas considerables en diferentes fincas camaroneras, siendo millones de lempiras los que se dejan de percibir luego que los cultivos de este marisco se pierden.
Estas pérdidas se suman a las anteriores de este rubro, desde que Taiwán dejó de adquirir el producto, por lo que la crisis climática solamente viene a agravar la situación financiera del sector camaronero.