El presidente de EE. UU., Joe Biden, realizó una visita a Florida para anunciar una inversión de 612 millones de dólares destinada a fortalecer la red eléctrica del estado, que ha sido severamente afectada por los huracanes Helene y Milton. Estos desastres naturales dejaron a dos millones de personas sin suministro eléctrico. Durante su discurso, Biden subrayó que esta financiación no solo restaurará el servicio, sino que también mejorará la resiliencia del sistema frente a futuros fenómenos meteorológicos extremos. A raíz de la situación, Florida ha sido declarada zona de desastre, lo que ha generado 250,000 solicitudes de ayuda, mientras que FEMA ha distribuido 1.2 millones de comidas y 300,000 litros de agua a los afectados.
Además, Biden compartió su experiencia personal sobre la pérdida de un hogar, enfatizando el dolor que conlleva perder recuerdos familiares. Esta visita también se produce en un contexto electoral, donde las críticas de Donald Trump a la respuesta de la administración Biden han resurgido, lo que añade una dimensión política a la crisis. El presidente busca no solo abordar las necesidades inmediatas de los ciudadanos de Florida, sino también consolidar su compromiso con la recuperación y la preparación ante futuros desastres, en un clima de creciente tensión política.