El expresidente Donald Trump (2017-2021) cargó este lunes contra la decisión de Estados Unidos de suministrar munición de racimo a Ucrania, una medida que, dijo, arrastra más hacia la Tercera Guerra Mundial.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, «no debería estar arrastrándonos más hacia la Tercera Guerra Mundial» con el envío de las polémicas bombas de racimo; en su lugar, Biden «debería estar tratando de poner fin a la guerra (en Ucrania) y detener la horrible muerte y destrucción que está causando una Administración incompetente», dijo Trump en un comunicado.
Biden aprobó la semana pasada el suministro a Ucrania de las bombas de racimo existentes en los arsenales del Pentágono, una decisión que elude la prohibición legal existente para la producción, empleo y suministro de este tipo de armas y se produce después de que organizaciones como Human Rights Watch (HRW) pidieron a EE.UU. no suministrarlas.
Biden justificó su «difícil» pero necesaria decisión porque «los ucranianos se están quedando sin munición».
Sin embargo, Trump, precandidato republicano a las elecciones estadounidenses de 2024, alertó sobre el peligro de la bombas de racimo sin explotar, que «matarán y mutilarán a hombres, mujeres y niños ucranianos inocentes durante las próximas décadas, mucho después de que la guerra haya terminado».
A través de un comunicado difundido por su oficina de campaña Make America Great Again (MAGA), el exmandatario estadounidense aludió a la supuesta admisión inadvertida de Biden de que la razón para enviar este tipo de bombas es que EE.UU. «se está quedando sin municiones».
De ser así, añade Trump, eso solo resalta aún más la «urgencia de una inmediata desescalada de este conflicto sangriento, peligroso y fuera de control».
Además, significa que «no deberíamos enviar a Ucrania nuestras últimas reservas en un momento en que nuestros propios arsenales están peligrosamente disminuidos», acotó.
Opinó Trump que la «política de guerra sin fin de Biden en Ucrania ha debilitado enormemente a Estados Unidos» con la «humillante admisión» de que el país «se han quedado sin municiones», algo que sin duda «hace salivar a nuestros enemigos».
«Debemos detener esta locura, poner fin de inmediato al derramamiento de sangre en Ucrania y volver a centrarnos en los intereses vitales de Estados Unidos», afirmó.
Los ucranianos, sin embargo, celebran la decisión de Estados Unidos de suministrarles munición de racimo al considerar que debilitará la resistencia rusa en la actual contraofensiva, y que salvar las vidas de soldados y civiles ucranianos compensa los riesgos potenciales.