Erling Haaland, con el apetito goleador restablecido, lideró la victoria del Manchester City frente al Young Boys y certificó la clasificación de los de Pep Guardiola a los octavos de final (3-0).
El City, que aún tendrá que cerrar la primera posición del grupo que se jugará contra el RB Leipzig en las dos últimas jornadas, tuvo menos problemas en su campo que en Suiza para vencer al Young Boys, que no disparó ni una vez en todo el encuentro.
Un doblete de Haaland, incluyendo un gol desde fuera del área, y un tanto de Phil Foden, unido a la expulsión de Sandro Luper por doble amarilla, convirtió el duelo de este martes en el Etihad en poco más que un paseo.
Apenas aguantaron el 0-0 los suizos algo más de veinte minutos, cuando Rodrigo Hernández, con un movimiento de baile en el área se intentó zafar de dos defensas del Young Boys, pero Lauper le zancadilleó delante del árbitro.
Desde los once metros, Haaland no falló y, además de conseguir su tercer tanto en esta Premier, convirtió su cuarto penalti consecutivo, dejando en el pasado el fallo de principios de temporada contra el Sheffield United.
Pese a fallar varias ocasiones que podrían haber aumentado la renta mucho antes, no fue hasta el tiempo añadido de la primera mitad cuando Jack Grealish se inventó un cambio de orientación hacia la banda de Foden y el inglés, en escasos cuatro toques se marchó de Ulisses Garcia y definió cruzado.
Un golazo que puso de manifiesto la rapidez de pensamiento de Foden y la conexión con Grealish, que alterna la titularidad con el banquillo y no termina de asentarse esta temporada en el once.
Poco le quedaba que rascar al Young Boys con el 2-0 en el marcador; más a Haaland, que antes de marcharse sustituido hizo un gol atípico en él, con un disparo desde fuera del área. Su tanto número 39 en 34 partidos en ‘Champions’, por encima de los de Ferenc Puskas (36) y a dos de otra leyenda del Manchester City como Sergio Agüero (41). Su promedio de tantos, 1,12 por encuentro, es inigualable en la competición.
Con el doblete en el bolsillo y tras la expulsión de Lauper, que reducía las escasas amenazas del Young Boys, Guardiola quitó a Haaland para reservarle de cara al duelo contra el Chelsea de este domingo.
Decisión inteligente, porque aunque el City buscó el cuarto con cierto interés, el encuentro estaba más que decidido y solo hubo que esperar hasta el pitido final para que se clasificara para octavos de final, una constante en la última década.
Los de Guardiola no se pierden la primera ronda del KO desde la 2012-2013.