Con nuevas caras en el once inicial y una ligera variación táctica respecto al año pasado, el Milan cerró este lunes una victoria autoritaria, y a domicilio, ante el Bolonia (0-2) con la que sigue la estela de los favoritos al ‘Scudetto’, que no fallaron en esta primera jornada de la Serie A.
Las victorias del Nápoles, del Inter y de la ‘Juve’ obligaban al Milan a no empezar tropezando en esta nueva campaña en la que, además, se estrenó directamente con varias caras nuevas que funcionaron como si llevaran varios años en las filas ‘rossoneri’.
Pulisic, Loftus-Cheek y Reijnders debutaron en el campeonato italiano con seriedad y confianza, apareciendo entre líneas y aportando calidad en las transiciones ofensivas de un Milan que no tardó en abrir el marcador. Eso sí, el autor del gol fue el de casi siempre en las últimas temporadas, un Giroud que volvió a ser el mejor colocado dentro del área para aprovechar la buena conexión entre, precisamente, Pulisic y Reijnders.
El internacional estadounidense encontró en el segundo palo a un Reijnders que, de primeras, habilitó a Giroud para que el galo tuviera que empujarla prácticamente solo en el segundo palo en el minuto 11 para poner en ventaja a los visitantes.
El dominio de los de Pioli fue prácticamente total, con especial peso por el perfil diestro, algo que la temporada pasada era impensable, siendo Leao la única opción de peligro real. Pero la libertad de Pulisic y su buen entendimiento con Loftus-Cheek y Calabria abrieron una nueva posibilidad en este renovado Milan que, en el minuto 21, encarriló la primera victoria de la temporada.
De nuevo con Pulisic y Giroud como protagonistas. El estadounidense condujo con velocidad desde el perfil diestro hacia dentro, rompiendo la línea medular de un Bolonia sobrepasado, y encontró a Giroud para hacer una pared vertical con la que generó el espacio suficiente que le permitió sacar un derechazo cruzado imparable para Skorupski.
El Milan estaba dominando con facilidad, pero aún así no pudo evitar que el combinado local le generara peligro durante la primera mitad. La baja de Tonali en el centro del campo, nuevo jugador del Newcastle, se hizo notar en el equilibrio en las transiciones defensivas. La gran actuación de la zaga y las manos de Maignan fueron también calves en la victoria.
Ya en la segunda mitad, el Bolonia, con Orsolini sobre el verde, uno de sus jugadores más peligrosos, se lanzó al ataque y convirtió el partido en un ida y vuelta constante que no benefició al Milan, incapaz de dominar el choque durante varios minutos en los que vio cómo el palo mantenía su puerta a cero.
Poco a poco, el Milan consiguió reconducir el ritmo del partido a su favor y el Bolonia perdió presencia en ataque, desesperando a Thaigo Motta que, desde el banquillo, se desgañitó y frustró dando indicaciones a los suyos, erráticos e incapaces de generar peligro real en los últimos compases.
Con el partido ya prácticamente cerrado, Pioli dio entrada a Chukwueze y Okafor para renovar energías en ataque, pero fue Leao el que, con una jugada a la altura de unos pocos, con un recorte que dejó sentado a su par y un disparo cruzado que se topó con la madera, tuvo la más clara para poner el broche de oro a una victoria ‘rossonera’ que lanzó un aviso al resto de equipos contendientes a levantar el ‘Scudetto’.